Certificación de la educación parvularia
humanista para cambiar la educación. Se necesitan las voluntades conjuntas de autoridades, universidades y colegios. Se sabe que estos tardan un tiempo en apropiarse de un nuevo currículum y que es fundamental que las autoridades den a conocer los cambios y realicen esfuerzos por capacitar a los profesores en su aplicación. Señor director:
El anuncio de la Subsecretaría de Educación Parvularia sobre la nueva certificación de salas cunas y jardines infantiles, proceso que deberá estar terminado el 2019, ha sido muy valorado. Exigirá a establecimientos públicos y privados una serie de estándares referidos a infraestructura y coeficiente técnico, que deberán cumplir en caso de recibir fondos del Estado, y la autorización para operar en el caso de los privados. Es una buena noticia que asegura condiciones mínimas de calidad. Sin embargo, hay aspectos rezagados. ¿Qué ocurre al interior de las aulas? ¿Qué le estamos enseñando a los niños? ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Sabemos si se están desarrollando integralmente? Quedan muchas preguntas, por lo que urge avanzar en la calidad de los procesos más que en lo estructural.
Es prioritario que quienes trabajarán con los niños tengan las herramientas para realizar interacciones generadoras de aprendizajes. Los párvulos merecen que implementemos mecanismos que permitan conocer lo que ocurre en sus aulas, cuánto están aprendiendo, que acompañemos a sus educadoras y técnicos, que los capacitemos para que interactúen con ellos potenciando sus aprendizajes. Necesitan prácticas pedagógicas y docentes de excelencia y un currículum pertinente y que desafíe sus cerebros en expansión.