La voz silenciosa y profunda de Juan Rulfo
Hoy se cumple un siglo del nacimiento del autor de y quien con solo dos libros logró una influencia que se extiende hasta hoy. Escritores y críticos valoran su obra, mientras sus títulos son reeditados y en México estrenan un documental.
En cuatro meses, entre abril y agosto de 1954, Juan Rulfo escribió 300 páginas de lo que sería su única novela. Pasando a máquina el borrador, el prometedor escritor redujo drásticamente el contenido inicial, de tal manera que el resultado fue un escueto libro de 120 páginas. “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”, inicia la novela que, en menos de 10 años se consagró como una de las más importantes de la literatura mexicana.
Antes que su nombre traspasara las fronteras de su país natal, y se convirtiese en el primer mexicano en recibir el Premio Príncipe de Asturias de España en 1983, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno vivió siendo testigo de constantes tragedias. Nació en Sayula, una localidad pequeña de Jalisco, el 16 de mayo de 1917; perdió a su padre en 1925 y a su madre cinco años después.
Con 15 años se trasladó a Ciudad de México para seguir sus estudios y, posteriormente, fue rechazado en dos facultades de la Universidad Nacional. Sin más alternativas, comenzó a trabajar en la Secretaría de Gobernación como agente de inmigración. En adelante tuvo varios trabajos y fue en uno de ellos donde conoció al poeta Efrén Hernández (1904-1958), quien lo presionó a mostrar y publicar sus cuentos.
Hoy, el escritor jalisciense que falleció en 1986 habría cumplido 100 años y, del mismo modo que las ánimas de los habitantes de Comala estarán vivas eternamente en las páginas de Pedro Páramo, la sombra del autor no palidece con el pasar del tiempo, sino que toma más alcance.
“Juan Rulfo es el escritor que mejor ha envejecido en la historia de la literatura latinoamericana”, afirma Juan Manuel Vial, crítico literario de La Tercera. “Es el eterno contemporáneo, el guía permanente de generaciones de jóvenes aspirantes y luego escritores”, agrega.
Su obra literaria, compuesta por El llano en llamas, una recopilación de 17 cuentos publicada oficialmente en 1953, y Pedro Páramo (1955), fue suficiente para que el nombre del autor perdurara. Con sólo dos libros, Rulfo influyó de manera directa en lo que, años des-
“Ya quisiera uno escribir tan pocas páginas y llegar a ser tan fundamental para la literatura”.
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Escritor boliviano
“Es el escritor que mejor ha envejecido en la historia de la literatura latinoamericana”.
Crítico Literario