Un día para recorrer nuestra historia
Micros amarillas, largas filas y frío. Todos esos elementos marcaron una masiva celebración del patrimonio nacional.
La Alameda parecía haber vuelto a la década de los 90, cuando las micros amarillas llenaban la principal arteria. Con sus carteles pintados con llamativas letras y adornadas con luces, llamaron la atención de quienes hacían largas filas. La mayoría esperaba entrar al BancoEstado o al Palacio de La Moneda, pero no fueron pocos los que se entusiasmaron con el viaje gratuito que ofrecían las micros amarillas. Muchos adultos tomaron a sus hijos y, con nostalgia, les comentaban a los más jóvenes cómo funcionó alguna vez el antiguo sistema de locomoción.
La espera para entrar a los edificios podía llegar a las dos horas. Además, el frío no acompañó mucho la mañana, pero los asistentes trataban de evitarlo con un café o buscando un poco de sol. A pesar de ello, todos esperaban entrar a alguno de los edificios. La asistencia alcanzó a 1.800.000 personas a nivel nacional.
“En esta sala hay un contraste de dos cuadros del pintor Guillermo Muñoz. Uno muestra a Salvador Allende en el día que asumió en uno de los balcones que da hacia la Plaza de la Constitución y la otra pintura muestra el mismo balcón después del golpe”, comentaba el ministro del Interior Mario Fernández, a quienes llegaban hasta La Moneda. En ese recorrido también participó la Presidenta Michelle Bachelet, quien luego se trasladó al Estadio Nacional para inaugurar un memorial por los DD.HH. en la galería Andes, y una placa conmemorativa del Mundial de Fútbol de 1962. En tanto, el Palacio Cousiño, que data de 1888, abrió sus puertas después de siete años. Los visitantes pudieron conocer todo el mobiliario original de la época. En el Palacio de Tribunales hicieron un juicio muy especial: ¿Quién le robó el escudo al Capitán América? Los funcionarios vestidos de superhéroes y villanos acompañaron al presidente del máximo tribunal, Hugo Dolmestch, durante el día.
El Servicio Médico Legal (SML) y el Cementerio General, donde se hicieron recorridos por el Patio 29 y la tumba de Víctor Jara, también abrieron sus puertas. En el SML abrieron la sala de autopsias, donde explicaron el procedimiento. La Facultad de Medicina de la U. de Chile fue otro lugar que permitió conocer sus dependencias, como el Museo de Anatomía. “Somos donantes de la facultad y queríamos ver dónde íbamos a quedar”, contaron Rómulo Candia y María Elena sobre su visita.
En Iquique, una de las principales atracciones fueron las salitreras en Humberstone, donde llegaron casi mil personas, y en Viña del Mar la gente se sacó fotos con el recién reparado Reloj de Flores.b