ME-O y las pensiones
Señor director:
Ayer fuimos testigos de la última Cuenta Pública de la Presidenta Michelle Bachelet. Un discurso que intentó mostrarnos que estamos ante un mandato que dejará una positiva herencia para el país.
Pero palabras más, palabras menos, la verdadera cuenta es la que terminaremos pagando como país los próximos años. Una cuenta amarga, producto de una gestión desastrosa en cada uno de los ámbitos que realmente le importan a los chilenos.
Y es que si bien en marzo de 2014 la coalición de centro izquierda se instaló en Palacio con un cierto apoyo ciudadano, fue quedando prisionera de los eslóganes y ofertones de campaña que no pudieron cumplir.
La Nueva Mayoría (NM) prometió tres reformas emblemáticas que, según ellos, cambiarían la vida de nuestros compatriotas: tributaria, educacional y laboral. Sin embargo, ninguna cumplió lo prometido, todas han tenido que ser corregidas y se han ganado un gran rechazo de la gente.
¿Escenario económico? Ni hablar. Pasamos de un crecimiento de 5,3% en promedio durante nuestro gobierno, a un 2% en la administración de la NM. De igual modo, la creación de empleos cayó de los 250 mil por año que consiguió el Presidente Piñera a solo 80 mil por año que exhibirá Bachelet.
Caso aparte es la situación que se vive en Salud, donde 1.5 millones de personas están en lista de espera por atención no Auge y de los 20 Señor director:
Esta Cuenta Pública refleja un balance de todo el período de gobierno, donde se destacó principalmente el término de la reforma educacional. Se confirma que la gratuidad alcanzará al 60% de todo el estudiantado: desde la educación básica hasta la superior. Este punto entrega certeza respecto a que el 50% de gratuidad de hoy, se elevará a un 60% para el 2018, además plantea la meta de seguir avanzando hasta un 70% u 80%, que es lo que la ciudadanía espera.
En Salud se hizo un balance sobre la construcción de hospitales, que ha sido dificultosa. Una parte importante de los primeros 20 hospitales van a estar terminados y en funcionamiento para marzo de 2018, aunque no todos.
Eché de menos que la gran reforma al Sistema Privado de Salud no esté considerada. Mala noticia para las personas que han vivido soportando lo que ocurre ahí: discriminación por edad, enfermedad, por ingreso económico. Esto es una carga para un segmento muy grande de chilenos esperanzados de tener una reforma, al menos en este período no va a ocurrir.
Sobre derechos sociales: la Presidenta reiteró los alcances de la reforma previsional que enviará en julio, pero aún no sabemos cómo va a funcionar el aspecto colectivo incluido en el sistema. Somos firmes partidarios de que esa cotización adicional de cinco puntos sea de administración pública y que, ojalá, las ganancias indebidas que ha tenido las AFP vayan pasándose solidariamente al Estado, y no sean una ganancia unilateral como ha sido hasta hoy.
Llamó la atención el anuncio del proyecto de matrimonio igualitario, que estará el segundo semestre. Es un tema valórico que no va a estar exento de polémica. También la necesidad de un proyecto de ley Araucanía, para ir cerrando a los conflictos existentes en esa zona. Juan Luis Castro Señor director:
Queda una sensación de confusión tras escuchar la Cuenta Pública de la Presidenta Bachelet. No se condicen tantos avances y logros con tan bajos niveles de crecimiento y de aprobación del gobierno. Tampoco con la intención de voto del candidato que se ha declarado como el continuador de la obra de la Presidenta.
Algo no calza entre la valoración de la obra que llena de orgullo a la Presidenta y la percepción que los chilenos tienen al respecto. Explicaciones a este fenómeno puede haber muchas. ¿Se deberá a una manipulación mediática? ¿Pesimismo injustificado? ¿Será que los beneficios no le han llegado a la mayoría de los chilenos? ¿Se tratará de avances en materias que no son efectivamente prioridad de la gente?
Otros podrían atribuirlo a que los efectos de los logros anunciados son más acotados de lo que pareciera al escuchar el discurso, que los errores omitidos han sido mayores que los aciertos declarados, y también está la posibilidad de que la evaluación que hace el propio gobierno de su gestión es más generosa y con poca autocrítica que la que hace la ciudadanía.
Lo único cierto es que no siempre el lenguaje crea realidades, por lo que si el gobierno quiere trascender a este período debe trabajar más duro para convencer a los cada día más desconfiados votantes de que, tal como afirmó la Presidenta Bachelet, efectivamente vamos por el camino correcto.
Bárbara Briceño Señor director:
Con excepción del exministro Gómez-Lobo, ninguna autoridad ha reconocido explícitamente los errores originales de diseño de Transantiago: una flota insuficiente de buses grandes y gran cantidad de trasbordos para los usuarios.
Esperas, trasbordos y hacinamiento fueron la contrapartida de un presupuesto despreciable frente a la millonaria inversión en autopistas, con autofinanciamiento y contratos mal diseñados. A fines de 2007, el ministro Cortázar comienza un proceso de aumento de flota, monitoreo del servicio y rediseño de recorridos dentro de lo permitido por los contratos y el nuevo subsidio aprobado, aunque manteniendo muchas limitaciones.
¿Cómo fue posible que entre el inicio del diseño conceptual (2002) y su abrupta implementación (2007) se haya impuesto tamaño desaguisado? Parte de la respuesta la dio el expresidente Lagos ante la comisión que investigó las causas del desastre: son pocos buses grandes pero llevan la misma gente, dijo. Sus asesores no le advirtieron que tal esquema –más barato– inducía mayores tiempos de espera: se transó financiamiento por tiempo de los usuarios.
Estamos entrando a un nuevo proceso de licitación de recorridos y servicios, supuestamente enriquecido por la experiencia, la discusión y las nuevas herramientas de análisis. En este contexto el candidato y expresidente Piñera anuncia el término de Transantiago si resulta elegido. Además del impacto mediático –que se supone parte de su campaña– hay dimensiones técnicas y políticas tras el anuncio. La propuesta técnica fue revelada por uno de sus asesores: se trata de volver a una flota pequeña de buses (es decir, Transantiago 2007) y realizar una millonaria inversión en Metro para Santiago. En lo político, un anuncio de ese tipo en la antesala de una nueva licitación es irresponsable y oportunista, pues daña el proceso de licitación mismo. Parece posible tropezar dos veces con la misma roca. Y hacer zancadillas en el intertanto.
Sergio Jara Díaz Señor director:
Según la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc), el 85% de las personas perciben que la delincuencia aumentó y el 39,7% piensa que podría ser víctima de un delito en los próximos 12 meses. En tanto, solo el 39,5% de las víctimas afirma haber efectuado la denuncia correspondiente.
Es sumamente importante que los candidatos presidenciales inscritos definan sus posturas frente al tema.
Desde nuestra vereda, hacemos un llamado a quienes postulan al sillón presidencial a que manifiesten sus propuestas, con el fin de que la comunidad pueda evaluar sus posturas frente a temas tan relevantes como el trabajo en conjunto entre organismos públicos y privados; el cruce de información en línea, a través del Banco Unificado de Datos; el Servicio de Apoyo a las Víctimas; el trabajo investigativo de las policía y Fiscalía; las políticas de prevención y cómo lograr la reinserción de los infractores, especialmente de quienes comienzan a temprana edad.
La seguridad pública es un tema fundamental. Por eso no podemos dejar pasar esta oportunidad para discutir sobre prevención de delito, responsabilidad penal y reinserción.
Sebastián Valenzuela Señor director:
En su tercer intento, el candidato Marco Enríquez-Ominami nos ofrece en su menú mejorar las jubilaciones y cobrarle a los “ricos” un 1 % de impuesto al capital que tengan invertidos en acciones. Esto último, en términos reales, con una rentabilidad anual razonable, es un 20% de impuestos adicionales a la utilidad. Agrega números de recaudación para el Estado como si una medida de este tipo no implicara cambio de comportamiento en los inversores, ricos y no tan ricos.
El candidato no aprendió la lección de Arenas y Cía. en el gobierno que nos atiende: las malas medidas cambian los flujos de capital, y las recaudaciones supuestas no tienen nada que ver con el resultado real.
No hay que ser candidato eterno para entender que una medida de este tipo significará el retiro de enormes capitales de la Bolsa de Comercio a otro tipo de inversiones y países, lo que traerá una baja importante en el precio de las acciones, peores rentabilidades y, por ende, más bajas jubilaciones.
Benjamín Kaufmann
Diputado
Cientista política
Profesor titular Universidad de Chile
Gerente Legal de ALTO Chile