Garay: “Gasté para mí en artículos de consumo diversos alrededor de $ 500 millones”
► En sus dos declaraciones ante la Fiscalía, el ingeniero confesó sus motivaciones para apropiarse de $ 1.750 millones. ► Parte del dinero defraudado fue para financiar su fallida campaña senatorial en 2013. También confesó varios intentos de suicidio. ►
Un periodista de Chilevisión escuchó en 2008 a Rafael Garay hacer una estimación distinta a la del Banco Central y expertos respecto a los movimientos de las tasas.
“Me dijo que si la estimación era correcta me iban a invitar a las noticias. Mi estimación fue correcta, por lo que realicé un móvil desde el patio del canal, en ese lugar comenté y realicé un análisis económico. En ese momento me denominaron como economista”, dijo al declarar ante la Fiscalía Centro Norte el 4 de mayo.
El ingeniero comercial está hace tres meses en prisión preventiva en el marco de una estafa piramidal a 36 personas por $1.750 millones, caso que es investigado por el fiscal jefe de Santiago, José Morales, quien logró extraditar a Garay en sólo tres meses desde que fue capturado en septiembre de 2016 en Rumania.
En sus declaraciones, a las que accedió La Tercera, Garay atribuye que fueron los medios y no él quienes lo comenzaron a llamar economista. “Yo realicé mi doctorado en un programa conjunto entre la Universidad de Leyda y IEDE Bussines School. Yo cursé los cursos regulares, pero no realicé la tesis para tener el grado académico. Mi denominación en ese sentido es ‘doctorando’”, dijo al fiscal.
Según explica en uno de sus testimonios, su captación de inversionistas comenzó ese año cuando creó la sociedad Think Go. Explica que en sus contratos ofrecía una rentabilidad asegurada del 18%.
Garay le detalla al fiscal un imbricado modelo que creó para obtener esas ganancias, pese a que al preguntarle por cada una de sus víctimas explica que los dineros no los invirtió y los gastó. “De acuerdo a mis análisis matemáticos era alcanzable que con una rentabilidad mensual entre 0,79% y 1,5% incluida inflación, debía alcanzarse el 96% de los casos una rentabilidad anual del 18%. Esto es nominal, ya que se incluye la inflación”, sostuvo.
Lo llamó un “modelo matemático” que implicaba invertir en renta variable, principalmente en compra y venta de acciones, y después sostiene que también hay “una inversión productiva: me refiero a comparar participación de negocios de variada índole, que no se transan en la bolsa”. Todo esto, según él, lo hizo entre 2007 y 2011 y asegura que “no realicé ningún tipo de publicación sobre este modelo, porque se trata de un modelo de inversión que no conviene que sea seguido por muchas personas”.
Al referirse a sus víctimas Garay siempre recalca que fueron ellos quienes lo buscaron y que, después de que empezó a salir en TV y en radio, hubo gente que incluso lo contactó en la calle y a través de redes sociales pidiéndoles consejos. Así, alude a un inversionista al que nunca conoció, que se comunicaron siempre por Facebook, quien le transfirió dinero y firmaron los contratos vía postal. Respecto a otro sujeto que le pasó $10 millones, confiesa, “yo con ese dinero, sin tener cuentas, ni la estructura para invertir, deposité el dinero en mi cuenta personal, pero sin realizar inversiones”.
Según estimativos de Garay: “gasté para mí en artículos de consumo diversos: alredesor de $500 millones”.
De uno de los presuntos estafados, que lo contactó por Twitter, afirma que su dinero lo invirtió en un evento deportivo, el “Sudamericano de Kudo Brasil versus Chile”. “Pensaba recuperar con el borderó que se iba a obtener en Porto Alegre. Esta inversión no tuvo buenos resultados, ya que se decidió hacer la entrada gratuita”, dijo.
Garay después relata su participación en un panamericano de Kudo en 2015 que se realizó en Chile. “En estas inversiones no se ganó dinero, sino que se perdió. Calculo que en estas tres inversiones se perdieron $50 millones aproximadamente”.
Ante el fiscal el ingeniero descartó que el abogado Ángel Valencia, a quien le entregó un poder para liquidar sus deudas una vez que escapó de Chile, tuviera algo que ver en sus asuntos de inversiones.
Platas a campañas
Garay explica que en 2013 cuando decidió emprender una carrera senatorial en Bíobío Costa -en la lista del PRO- “usé parte del dinero de las capacitaciones en la campaña senatorial, paralelamente durante ese año, antes y después, comencé a realizar auspicios a deportistas y eventos”.
De su fallida carrera al Congreso, Garay sostuvo que “gasté $28 millones, pero me devolvieron por los votos la suma de $29 millones”.
Sobre esta veta política, declaró a la Fiscalía que ingresó en 2013 a la campaña por “una idea que se me ocurrió”. Garay declaró que “me llamó Andrés Allamand y me ofrecieron un cupo senatorial de RN en conjunto con la senadora Jacqueline Van Rysselbergue. No acepté esa proposición.”. Luego, dijo, “me contactó Marco Enríquez Ominami y me junté con él en la sede del PRO en Providencia. Fui con Gino Lorenzini y empezamos a conversar sobre el cupo senatorial. Participé como independiente en el cupo del PRO”.
Tras esto, y sin mediar pregunta aclara: “no recibí financiamiento de Marco Enríquez, ni de ninguna empresa en el modelo que ha sido cuestionado públicamente”. Y agrega que “sí puedo decir que Cristián Warner me ofreció que si yo colocaba en la opinión pública el tema de la no regulación de la tasa máxima convencional”, un banco “iba a colocar a mi campaña $38 millones, me negué
“Gasté para mí en artículos de consumo diversos: alredecor de $500 millones. También gasté entre $18 a $20 millones en remodelación de oficinas (...) El 2013 en adelante se comienza a mezclar todo y comencé a ocupar dinero de las captaciones”.
“Cuando conversé con el juez en Rumania me plantea la posibilidad de ser extraditado. Nunca se me pleanteó la posibilidad de ser extraditado de forma expresa(...) un abogado me ofreció solicitar asilo político, era una buena fórmula para salir”.
“Cuando salí del país lo hice con 50 mil euros que fueron dineros de las cuentas de la empresa. Era el único dinero que quedaba de la captación de clientes, por lo que lo demás había sido gastado según detallé (obras de arte y eventos deportivos”.