Discutible actuar del SII
EL DIRECTOR del Servicio de Impuestos Internos (SII), Fernando Barraza, intervino públicamente en el caso que afecta al precandidato presidencial y senador Manuel José Ossandón, quien a través de una denuncia periodística fue acusado de arreglar el pago de $ 10 millones a su hermana desde la Municipalidad de Pirque -en los tiempos que él era alcalde la comuna-, mediante boletas emitidas por ella a un empresario de la zona, quien habría estado concertado para estos fines. De acuerdo con la versión de Barraza, “la información que existe en nuestra base de datos respecto a lo que se denunció no coincide con lo denunciado”, añadiendo que, en cualquier caso, una eventual infracción tributaria ya estaría prescrita.
Es llamativo que el propio director del Servicio haya reaccionado tan prestamente ante una denuncia respecto de hechos ocurridos hace casi 20 años -un privilegio que el común de los contribuyentes probablemente no tiene-, logrando con ello un protagonismo político que resulta inconveniente para alguien que dirige una de las reparticiones más relevantes del Estado. Es así como el senador se ha valido de esta declaración para acusar una operación política en su contra por parte de sus adversarios, colocando al SII en medio de una trifulca de la que debería estar al margen, especialmente cuando el propio director reconoce que los hechos ya están prescritos y, por tanto, al Servicio ya no le cabe rol alguno.
Es lamentable que el SII continúe dando la impresión de que está desempeñando un rol de carácter más político, lo que se refuerza frente a los erráticos criterios del Servicio para deducir querellas en los casos de financiamiento irregular de campañas electorales, las que han tendido a concentrase en un determinado sector. Parece indispensable por el bien de la institucionalidad que cuanto antes el SII retome un actuar técnico, alejado de todo tipo de suspicacias.
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