Las inocentes
es una mujer en su treintena, algo inmadura y con serios problemas con el alcohol, que un día se encuentra sin casa después de que su pareja la echa del lugar que comparten. Ella termina en el pueblo que la vio nacer, donde retoma contacto con Oscar, un antiguo amor de primaria, quien le ofrece trabajo como camarera en el bar que posee. En paralelo nos enteramos que cada noche en Seúl, Corea, monstruos gigantescos se materializan, causando pánico. (R. Martín)
Dirigida por Anne Fontaine. Con Lou de Laâge, Vincent Macaigne. Francia/Polonia, 2016.
En Polonia, recién terminada la II Guerra, una interna de medicina en la Cruz Roja, Mathilde (Lou de Laâge), va a prestar ayuda a un convento cuyas religiosas fueron violadas por soldados soviéticos, quedando siete de ellas embarazadas. Atea de familia comunista, su moral sanitaria y operativa choca con el temor y la ignorancia de quien prefiere morir antes que traicionar eventuales designios divinos. En la escenificación de esta didáctica los diálogos son oportunistas, mientras las actuaciones tributan la consecuente liquidación del misterio, perpetuando una solemnidad que es un collage de motivos humanistas. Pasa con Las inocentes que exuda severa belleza en los interiores del convento y en los bosques nevados, y que la distribución local, aparentemente, considera que con eso estamos. (P. Marín)