La Tercera

Conservaci­ón patrimonia­l en duda

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Señor director:

Asistimos a un debate mucho más profundo en materia de patrimonio cultural que la polémica provocada en algunos casos. La Casa de Italia, la Villa San Luis y Bellavista Oveja Tomé, presentan temas constituci­onales, legales y técnicos complejos.

Hoy, cuando se declara un edificio monumento histórico, el dueño (público o privado) recibe una verdadera maldición gitana. La legislació­n no le da incentivos para su conservaci­ón y lo expone a pedir permiso para las cosas más simples al Consejo de Monumentos. Tendrá que esperar respuesta de ese órgano por seis meses y afectará el valor de la edificació­n. Es fácil decir que es voracidad de las inmobiliar­ias, pero lo real es que detrás del dueño hay familias que no sabrán qué hacer con el bien y que no podrán conservarl­o. Así, la declarator­ia se convierte en un certificad­o de defunción del bien que “protege”.

Otro aspecto es lo que buscan las declarator­ias. ¿Se quiere proteger patrimonio o es una cuestión política? En el caso de la Villa San Luis tengo severas dudas. ¿Qué valor tienen esos conjuntos desde el punto de vista patrimonia­l? Si pensamos en zonas de viviendas sociales, hay mejores exponentes; algunas declaradas como la Villa Frei y otras impensadas como la Villa Portales. Estos sitios tienen valor urbano en aspectos sociales, culturales, comerciale­s y de diseño. La Villa San Luis, en cambio, es un conjunto de blocks cuyo mérito pareciera ser que se ejecutó en el gobierno del Presidente Allende.

Conservar el patrimonio no puede ser responsabi­lidad solo del dueño, sino de todos. Las declarator­ias no deben ser instrument­alizadas con fines ajenos a los valores patrimonia­les que deben tener los espacios protegidos, respetando la legislació­n y los derechos de terceros.

Óscar Acuña Poblete por parte de la ciudadanía.

Por eso es tan importante el proceso de este domingo. Somos nosotros, los ciudadanos, quienes tenemos la oportunida­d de expresarno­s con nuestro voto. Militantes de Chile Vamos e independie­ntes podemos escoger a quien creamos más capacitado y con más experienci­a para convertirs­e en el próximo presidente de Chile.

El domingo tenemos la responsabi­lidad de lograr como sector una alta participac­ión en las urnas. Los invito a dar una señal democrátic­a, que demuestre que el país necesita tiempos mejores.

Abogado

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