El regreso de Cristina Fernández
EL MISTERIO sobre el futuro de Cristina Fernández se acabó el pasado sábado, cuando se confirmó que la expresidenta de Argentina (2007-2015) decidió aceptar competir por un escaño en la Cámara Alta por la provincia de Buenos Aires, la más poblada y donde posee mayor respaldo. La provincia contiene casi el 40% del padrón nacional para los comicios que renovará a los parlamentarios el 22 de octubre de 2017.
La postulación de la exmandataria deja en evidencia el interés de Cristina Fernández por lograr una importante tribuna política, que además de otorgarle una amplia visibilidad, le permita consolidar un mayor liderazgo en la oposición y prolongar el proyecto kirchnerista. Una prueba de ello fue el lanzamiento de una nueva coalición, Unidad Ciudadana, un frente que construyó por fuera del Partido Justicialista. Sin embargo, su anuncio se da en medio de una oposición fuertemente fragmentada -el peronismo se encuentra dividido en tres frentes-, lo que evidentemente complica la apuesta de Fernández.
Su postulación se da en medio de una compleja situación judicial, considerando que se encuentra procesada por supuestos delitos de corrupción y lavado de dinero. Inevitablemente se han levantado suspicacias de quienes creen ver aquí una maniobra para lograr eludir la acción de la justicia, pues de conseguir un escaño en octubre, la exmandataria podría obtener inmunidad y se libraría de ser detenida en el caso de que un juez así lo ordene.
Aun cuando la culpabilidad no ha sido demostrada, resulta desconcertante que a pesar de los graves cargos que se le han formulado, Fernández haya podido seguir adelante con su carrera política, lo que es una demostración de que la corriente kirchnerista sigue aún viva y dispuesta a ejercer una oposición implacable, lo que aleja la posibilidad de que la política argentina vuelva pronto a cauces más templados.
Como es algo relativamente nuevo, las personas no sienten que la primaria es parte del proceso de elegir un presidente, les es ajeno”.