La seguridad en juego
Señor director:
Qué otros hechos de violencia se necesitan para que entidades públicas y privadas tomen conciencia de que con la seguridad de las personas no se puede seguir improvisando. Estamos acostumbrados a construir desde lo mínimo que exige la ley, hasta que suceden hechos violentos o delictuales, absolutamente predecibles y evitables, como fueron en su momento los robos a bancos, camiones blindados, cajeros, joyerías y estaciones de servicio.
Ahora está en jaque la seguridad de los casinos. No es tan inverosímil pensar que las instalaciones que manejan grandes flujos de dinero puedan ser blanco de personas desquiciadas o de bandas delictuales cada vez más especializadas, y al acecho de las vulnerabilidades que se presentan.
¿Hasta cuándo el Estado deberá obligar a las empresas a elevar sus estándares de seguridad para evitar estos lamentables sucesos? Ya es tiempo de pensar a futuro y en la seguridad integral de las personas; de adelantarnos a los problemas que otros países ya han debido enfrentar y prevenir, una tarea en la que seguimos al debe.