Informe del Sename
Señor director:
El Estado le falló a niños y niñas por temas partidistas. Ni el llamado Informe Jeldres, emanado del Poder Judicial en 2013, que arrojó la cifra de 6.500 niños, niñas y adolescentes en alto riesgo en el sistema de residencias; ni el informe de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, que tras un año de trabajo daba cuenta de la profundidad de la crisis en el Sename, con brutales vulneraciones de derechos; ni el informe de una nueva comisión en la Cámara de Diputados, “Comisión Sename II”, ahogado por intereses políticos, fueron suficiente para dar respuesta a las graves acusaciones respecto del sistema de protección de niños y niñas vulnerados.
Hasta hoy ninguno de los tres poderes del Estado ha sido capaz de enfrentar la grave crisis que sufren niños y niñas que todos estamos llamados a proteger. ¿Qué podemos esperar? ¿Quién escuchará el grito silenciado de los niños, niñas y adolescentes vulnerados? ¿Cómo recuperarán la voz a la que tienen derecho y que nunca deberían haber perdido? ¿Quién saldrá en su nombre a las calles para que sean escuchados, si ellos no pueden? Hemos dicho en todas las instancias posibles que el Estado tiene la obligación de destinar los recursos necesarios para ello. Pero en el caso de las residencias de protección que no administra directamente, no lo hace.
Sin esos recursos que aseguren la protección de todos los derechos, seguirán formándose comisiones investigadoras que no darán solución, en la medida que tampoco se atienda a los proyectos de ley que permiten cambios y responden a las graves vulneraciones de derechos que sufren niños y niñas.
Si ellos no son verdaderamente el foco de la preocupación, no nos extrañemos de seguir escuchando