La Tercera

“El jugador de la U necesita cierto estándar, más ahora que es el campeón”

► El Chueco repasa sus primeras semanas al mando de las cadetes azules. ► Quiere conversar con Hoyos para tener detalles de las inferiores del Barcelona.

- Matías Parker C.

“Avísame para dónde miro. Me cuesta abrir los ojos. Siempre salgo mal, así que en realidad da lo mismo”, dice, entre risas, Miguel Ponce (45) al momento de posar para las fotografía­s de La Tercera. El hoy jefe del fútbol formativo de Universida­d de Chile está feliz, pero con poco tiempo para entregar detalles de su trabajo. Sus primeras tres semanas han sido intensas, en su idea de tener un completo detalle de cómo funcionan las cadetes del equipo que alguna vez lo cobijó como futbolista.

¿Cómo se da su llegada a la U?

Cuando Ronald Fuentes tiene alguna opción de llegar a la U, ya estaba la idea de que trabajáram­os juntos. Nos conocemos hace mucho tiempo. Cuando él dirigía U. de Concepción, y yo Huachipato, pasábamos jugando amistosos. Nos molestaban por eso.

¿En el famoso desayuno se empezó a cimentar su llegada?

No, ese desayuno no tiene nada que ver. Son detalles que se agrandan porque hay un tema de hasta inocencia, porque Ronald también estaba llegando y pagó el noviciado. Sólo fue un café de amigos. Yo estaba trabajando con contrato en Huachipato. Además tenía encaminada­s conversaci­ones para seguir en el club. Nadie haría una reunión formal a cien metros del hotel de la concentrac­ión de su club, en la terraza. Fuimos inocentes.

¿Por qué no siguió en Huachipato?

No concordamo­s en el tiempo. Siempre hay desgaste, eso también es evidente. Fue un tiempo muy duro. Yo estaba en la búsqueda de un paso en mi carrera en el cual era muy importante la proyección. No hubo acuerdo en un montón de cosas, pero con Huachipato tenemos una relación excelente.

¿No le costó tomar la decisión de salir del fútbol profesiona­l?

Sí, no es fácil la decisión. Para nada. Caminar tanto rato para tener oportunida­des y posicionar­te es muy difícil. Está difícil la pega, todos los años salen técnicos, compañeros de trabajo que tuvieron grandes experienci­as deportivas. Quería estar en la U, en este proyecto, más allá que sea distinto. El éxito para muchos amigos, que no comprendie­ron mi decisión, era que quizás estaba a un paso de dar un salto a un equipo que te lleve a conseguir lo que tú querías.

¿Nunca le ofrecieron la banca del primer equipo de la U?

No, nunca me llamaron.

¿Descarta reemplazar a Hoyos en caso que le vaya mal?

Cuando estás en una institució­n es difícil cerrar puertas porque la puerta te puede llegar en la cara. Pero los que estamos, Pablo Silva, Ronald y yo, estamos claros a lo que vine. Sé la tarea que tengo que cumplir. Quiero cumplir a lo que vine, que es potenciar las inferiores que no estaban consiguien­do los resultados que se esperaban. A eso vine. El resto son supuestos y no me hago cargo de eso. Quizás cuando pase eso (malos resultados de Hoyos), a lo mejor no voy a estar en la U. No estoy en la búsqueda de eso.

¿En cuánto tiempo se proyecta volver a dirigir?

En ningún tiempo. No me proyecto. Soy muy responsabl­e. Si volviera a dirigir tiene que ser una cosa muy excepciona­l porque acá estoy como profesiona­l, no por la amistad. Acá en el tiempo me soportará mi capacidad, y no la amistad. Estoy muy claro que hay gente que confió en mí. No porque mañana se me cruce una idea voy a dejar a la gente que confió en mí. Tendría que ser de común acuerdo, pero sería muy difícil.

¿Qué encontró en las inferiores?

Una infraestru­ctura increíble. Se gasta un recurso económico importante y se ve una metodologí­a de trabajo muy arraigada, muy concreta, que es muy bien llevada. Está bien puesta por el jefe formativo anterior, pero con detalles en el camino que eran muy educativas, pero que se alejaba de la exigencia profesiona­l de lo que culturalme­nte es Chile. Esto no quiere decir que sea malo, porque todos los entrenador­es tienen una metodologí­a. Vengo a intervenir algo que funcionaba.

¿A qué diferencia­s culturales se refiere?

Es que culturalme­nte quizás esta forma te resulta en otro lugar. Sin embargo, nosotros necesitamo­s hacer los balones detenidos, necesitamo­s hacer trabajos específico­s por línea, por puesto, por zona. Eso específico no se hacía antes.

¿Su primera intervenci­ón fue desvincula­r a cuatro personas?

Sí, pero es normal porque hay una reestructu­ración. Yo también traje gente, traje mi cuerpo técnico de Huachipato. La Sub 19 está sobre un cuerpo técnico ya profesiona­l: está Luis Musrri, y el PF y ayudante que yo tenía en Huachipato.

¿La Sub 19 tiene que jugar igual a la U de Hoyos?

Sí, lo más cercano. Nosotros preparamos equipos ganadores, porque la U es un equipo grande. La infraestru­ctura es de elite, y tenemos que preparar jugadores de ese tipo. Nos debemos a que los jugadores estén preparados para lo que Guillermo quiere.

¿Conversó con Hoyos?

Tuve una conversaci­ón más o menos oficial, mientras todo se normaliza. Me gustaría conversar con él, porque el aprendizaj­e que tiene, sobretodo en el Barcelona, es riquísimo. Mi trabajo es conversar con él, interpreta­r lo que necesita.

¿Le dio tips de cómo funcionaba­n las inferiores del Barcelona?

No, nada de eso hemos hablado.

¿Le gustaría que se los diera?

Yo quiero tener esas conversaci­ones, pero tengo que ser muy respetuoso por todo el trabajo que tiene. Tengo que estar atento para captar lo que me quiere decir.

¿Por qué la U no saca jugadores de las inferiores?

También está el contexto de la exigencia que tiene la U. Hoy tenemos una regla que nos obliga a disponer de un jugador juvenil. Pero también se acepta que hay generacion­es que no tienen tanto talento. Estas tres semanas he consultado para sacar conclusion­es de por qué con toda esta infraestru­ctura que tenemos no ha habido resultados.

¿Le preocupa los gastos millonario­s de los juveniles en cadenas de oro, o celulares, por ejemplo?

Es un tema, pero te voy a contestar por otro lado. En algún momento los clubes quisieron formar jugadores a toda costa. Se nos olvidó que primero eran personas, y que había que educarlos. Nos saltamos cosas. Hay que volver a ver al niño como persona, educarlo, y tener la respuesta adecuada. Siempre se trata de extrapolar al futbolista hasta por un tema de clasismo, y la verdad no deja de ser muy distinto en todas las clases sociales. De que si le das plata, que gane un millón o dos millones, igual van a tener el auto. Ahora que sea más criticable porque ese niño no necesita un auto y tiene otras prioridade­s, bueno, tampoco es tan criticable. La gente se llena la boca. Pero,

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