Spider-Man: de regreso a casa
Dirigida por Jon Watts. Con Tom Holland, Michael Keaton. EE.UU., 2017.
En esta pasada, Peter
Parker no es el fotógrafo que se come los regaños de J.J. Jameson.
Tampoco hizo falta recontar la historia de la araña que lo picó ni volver a sus amoríos con Mary Jane. En el momento en que nos encontramos, Parker ha sido “reclutado” por Tony Stark, o Iron Man (Robert Downey Jr.), como un becario/aprendiz. Pero Peter no tiene mucha dignidad y se la pasa esperando que lo convoquen para una misión. Dado que no lo convocan nunca y que el chico no es de tolerar mucho las frustraciones, termina él mismo asignándose tareas de superhéroe. Pero es torpe, cándido y ansioso, lo que deriva en todo tipo de chascarros que deberá superar si quiere atrapar al villano de turno. En ese tono de héroe acontecido e involuntariamente cómico, la cinta se juega exitosamente el pellejo. (P. Marín)