Consulta de la oposición venezolana
EL PLEBISCITO simbólico realizado el domingo por la oposición venezolana en el que se consultaba sobre el apoyo a la Asamblea Constituyente convocada para el 30 de julio próximo y al llamado a nuevas elecciones movilizó, según el comité de garantes de la consulta, formado por los rectores de cinco universidades, a 7,6 millones de venezolanos de un padrón electoral de 19,8 millones de personas. De ellos, el 98% se manifestó a favor de revocar el llamado a la Constituyente y respaldó unas nuevas elecciones. Una participación significativa si se considera que la oposición logró en las últimas elecciones legislativas 7,7 millones de votos, equivalentes al 56% de los votos emitidos.
La masiva convocatoria lograda por la oposición contrastó con la baja participación en el simulacro del referéndum constituyente del próximo 30 de julio realizado ese mismo día por el gobierno. Diversos medios internacionales constataron, por ejemplo, varios locales de votación vacíos. Por ello, al margen de los intentos del gobierno venezolano por restarle relevancia a la consulta calificada como un “fracaso” por un diputado oficialista, lo cierto es que la alta participación y las extensas filas de votantes observadas el domingo, evidencian el creciente descontento de un amplio sector de la sociedad venezolana con el rumbo seguido hasta ahora por el régimen.
Si bien la consulta no era vinculante ni estaba avalada por el Consejo Nacional Electoral, es una poderosa señal que debería ser recogida por el gobierno con el fin de buscar una salida a la crisis que vive el país, más aun considerando que fue validada por la Iglesia Católica, la OEA y diversas organizaciones civiles. De no hacerlo, como advirtió el presidente de la Conferencia Episcopal venezolana y finalmente la Asamblea Constituyente igualmente se impone, se podrían generar reacciones violentas que agraven la delicada situación que vive el país, tras 107 días de protestas y más de 90 muertos. Lo sucedido el domingo debe convertirse en una oportunidad y no en un nuevo factor de división, y ser aprovechado tanto por el gobierno como por la oposición.
Quiero hacer un llamado a nuestros parlamentarios a agilizar la tramitación de los proyectos de ley que van a poner fin al Sename y que van a crear en su reemplazo dos nuevos servicios especializados”.
Michelle Bachelet LaTercera.com | 17 | 07 | 2017