Legado para el próximo gobierno marca debate entre actores económicos
El cruce de críticas de Juan Andrés Fontaine y Bernardo Larraín Matte con la economista Andrea Repetto fue lo más comentado del panel.
El debate del panel económico “Crecer para repartir” del seminario aniversario organizado por
reflejó de entrada las diferencias entre los panelistas en cuanto al escenario económico del país y al manejo en esta área de la actual administración.
El primer ‘golpe’ lo dio el ex ministro de Economía Juan Andrés Fontaine, quien consultado por el moderador, el rector de la UAI Andrés Benítez, respecto del legado del gobierno de Michelle Bachelet al próximo mandato, lo catalogó de “paupérrimo”, subrayando el “daño al PIB potencial” y advirtiendo el aumento del déficit fiscal a 3% del PIB, junto con las nulas holguras para 2018.
El diagnóstico fue contrapuesto por la académica de la UAI y directora de BancoEstado, Andrea Repetto, quien aseguró que “el deterioro fiscal de Chile partió en 2011, no comenzó con este gobierno”. En este sentido, añadió que “las mayores caídas en los ingresos netos fiscales sucedieron en el 2013, con un precio del cobre por sobre los U$ 3”, lo que, a su juicio, se explica por la presión por mayor gasto fiscal ante más demandas sociales. “Por lo tanto, acá hay algo
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que es un poquito más amplio que lo que esté sucediendo en este gobierno”, sostuvo.
Acto seguido, fue el turno del presidente de Sofofa, Bernardo Larraín Matte. El titular del gremio apuntó contra el manejo económico de la actual administración, aludiendo especialmente a la reforma tributaria, y emplazó a Repetto a hacer un mea culpa. “Te pregunto (a Repetto): ¿No hay una autocrítica? Yo te vi decir que la inversión no se vería afectada, porque había un profundo mercado de capitales y las empresas tenían una capacidad de endeudamiento infinita (...). Vi mucha certeza”, enfatizó.
“La discusión es siempre viendo intereses, todos tenemos una posición. La reforma que se propuso en la campaña era una propuesta que cambiaba los incentivos al ahorro y los transformaba en incentivos a la inversión”, respondió la economista.
Al respecto, Fontaine, quien participó en el acuerdo para lograr la aprobación de la reforma tributaria, recordó que ese pacto “impidió que se aprobara un proyecto que elevaba el impuesto a las utilidades retenidas”.
Repetto contestó enseguida: “Pero se te olvidan los incentivos a la inversión que venían en el proyecto original”.
“Esos incentivos eran muy relativos y, en consecuencia, me quedo con el otro efecto, que era poner a Chile dentro de los países de más alto impuesto a las empresas”, recalcó el ex ministro de Economía.
Lejos de apaciguar el debate, Fontaine siguió. “Yo creo, Andrea, que nosotros los economistas no debemos actuar como abogados defensores de nuestros clientes. Este argumento que planteas, de que el gobierno de Piñera fue el que más aumentó el déficit, es simplemente una tintirillada (sic)”, lanzó, recordando que “este argumento también se lo escuché al ministro de Hacienda, y eso es no entender el rol de los economistas, particularmente de las autoridades, que tienen que transmitir al mercado lo que es la realidad de la economía, y no tratar de hacer pequeños ‘calculitos’ numéricos para defender la posición de su jefe, su partido, o su coalición”.
Recuperar confianzas
En la conversación también participaron la ex ministra del Sernam Carolina Schmidt, la ex titular de Energía y Minería Karen Poniachik, el economista PS Oscar Guillermo Garretón y el gerente general de Cencosud, Jaime Soler.
Además de la coyuntura macroeconómica, otro tema comentado fue la necesidad de recuperar la confianza empresarial. “No se trata de crecer a cualquier precio, se debe cambiar el foco a la productividad”, señaló Poniachik, quien agregó que “hay que cambiar el foco del lucro a la creación de valores”.
Mientras, Garretón dio cuenta de una “incapacidad de comunicación”, afirmando que “en Chile necesitamos una empresa más política, no tan ajena y encapsulada”.
Por su parte, Schmidt advirtió que “hoy la empresa que no entiende que es un actor social, no va a tener sustentabilidad en el tiempo”. Al respecto, Repetto recomendó que “los directorios de las empresas deberían tener una mirada más amplia que el club de amigos para responder a los desafíos sociales”.
En tanto, Soler enfatizó que el principal problema de Chile es la crisis de confianza, ámbito en que las empresas tienen un rol de acercamiento a las personas que es clave. Asimismo, el ejecutivo destacó que “en este país nos faltan talentos en el área de tecnología”, señalando que la demanda supera la oferta en este tipo de labores.b