ANFP y Sifup logran acuerdo
Después de negociaciones que duraron más de dos horas, en Quilín flexibilizaron la postura para aceptar a Cauquenes y Naval y evitar el paro. El caso Barnechea, eso sí, mantiene en alerta a la entidad gremial.
La jornada de ayer en Quilín fue tensa. A media tarde, en un comunicado, el Sifup lanzó la amenaza concreta de impedir el inicio de la nueva temporada del fútbol profesional. Las suspensiones de Naval e Independiente de Cauquenes, sumadas a la no aceptación de Barnechea en Primera B por la incapacidad para pagar la primera parte de la cuota de incorporación (25 mil UF), alertaron al organismo. El acuerdo se logró luego de más de dos horas de debate.
La posibilidad de que aumentara la cesantía en el balompié chileno era concreta. Según la entidad, noventa jugadores estaban en serio riesgo de perder sus puestos de trabajo. En ese escenario, ya con la aprobación de la asamblea de capitanes, la mesa encabezada por Gamadiel García avanzaba hacia una medida radical: la paralización de actividades.
Sin embargo, por la tarde, comenzaron a acercarse las posiciones. Costó, claramente. En Peñalolén, a eso de las 17 horas, el directorio de la ANFP, encabezado por Arturo Salah, y sus pares del Sindicato, liderados por Gamadiel García, ingresaron a la reunión clave para que se respetara la planificación original.
“Hemos decidido extender hasta las 12 horas de mañana el plazo para que se cumpla el plazo establecido en nuestra reglamentación”, sostuvo Andrés Fazio, vicepresidente de la ANFP, quien anunció el entendimiento que puso fin al riesgo de huelga.. Eso sí, lo condicionó al pago efectivo de las garantías, que los finiquitos y compromisos previsionales estén al día y que los clubes acepten la intervención de la ANFP en la administración de los clubes”. Además, el ente rector del fútbol chileno asumirá un rol fiscalizador de la gestión administrativa de las respectivas instituciones.
Ambas partes mostraron sus cartas. La ANFP insistió en la necesidad de exigir el cumplimiento de los compromisos por parte de los clubes infractores y el Sifup en la inconveniencia de recortar más plazas de trabajo en un contexto ya acotado. Con el transcurso de las horas, se fueron acercando posturas. Y también se produjeron señales que conducían a un entendimiento. Por ejemplo, Cauquenes llegó con la totalidad de los $ 30 millones de pesos que les exigían como garantía para competir. Y Naval acreditó que contaba, hasta ahora, con $ 25 millones. Todo eso fue cambiando el clima de la conversación. Y se tradujo en una medida concreta: ambos clubes de Segunda División recibieron plazo hasta mañana al mediodía para abonar la mencionada garantía. Y a Barnechea se le concedió hasta horas antes del inicio del torneo para asumir el mismo compromiso. Ya es un hecho que no jugará en Primera B, como había conseguido en el campo de juego.
Barnechea es, de hecho, el caso que le impide al Sifup descartar totalmente una medida de presión. “Estoy preocupado de que esos contratos se puedan cumplir. La posibilidad del paro existe (si a los jugdores de Barnechea no les cumplen lo que deben pagarles). Mañana vamos a tomar la decisión con los jugadores de Barnechea”, enfatizó García al término de la extenuante cita. ●