Pablo García empuja recorte de la TPM, pero el Consejo no lo acompaña
El principal riesgo de no bajar la Tasa de Política Monetaria (TPM) a 2,25%, en la reunión del consejo del Banco Central de julio, era “lo difícil de sostener el mismo diagnóstico de política del Ipom, cuando las noticias iban en la dirección de aumentar los riesgos de una postergación relevante de la convergencia de la inflación a la meta”. Ese fue el argumento esgrimido por el consejero del ente emisor, Pablo García, para votar por un nuevo recorte de la tasa de interés en julio, pero según lo reveló la minuta de este mes, su postura no logró convencer al resto de los consejeros. Así, julio sumó el tercer voto disidente desde que Mario Marcel asumió la presidencia en el Banco Central, luego que el propio García votara por una baja en diciembre de 2016, y que Joaquín Vial apostara por una mantención en la reunión de mayo.
Según lo resume la minuta, varios consejeros coincidieron en que “las novedades del último mes no eran suficientes para modificar el escenario de política monetaria planteado en junio”, con lo que apuntaron a una estrategia de “wait and see” antes de llevar adelante un nuevo recorte. Así, un consejero planteó que lo que “se había observado en materia de inflación era un shock en los precios volátiles, cuyos efectos directos deberían desaparecer en el horizonte de política”, refiriéndose al dato del IPC de junio (-0,4%) que llevó el indicador a una variación anual de 1,7%.
Asimismo, otro miembro del consejo indicó que “no correspondía que la política monetaria reaccionara a un indicador puntual, sino que lo debía hacer ante cambios en el escenario de mediano plazo, lo que no había ocurrido”.
Respecto a la mantención del sesgo neutral para la trayectoria de la política monetaria, el documento liberado por el BC indicó que “varios consejeros consideraron adecuado mantener el sesgo neutro”. No obstante, agregó el texto, un consejero planteó que “un cambio de este sesgo no era una condición necesaria para ajustar posteriormente la tasa”, mientras otro -presumiblemente Garcíaenfatizó que “la comunicación debería indicar que el Banco tenía claro que los riesgos de una postergación de la convergencia de la inflación a 3% eran mayores, y que la política monetaria reaccionaría apropiadamente, fuese esto bajando la TPM en 25pb en esta reunión o incorporando un sesgo a la baja en el comunicado”.
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