La Tercera

El Canal 13 de la era Luksic

En agosto de 2010, el 67% del “canal católico”, como se le conocía hasta entonces, pasó a ser propiedad de Andrónico Luksic. Desde entonces la señal subió hasta el primer lugar, luego bajó y ha navegado la crisis con dificultad en lo económico. Ahora la U

- Por Isabel Plant y Michel Nahas

Esta semana, Javier Urrutia alcanzó a presentars­e a algunos equipos de las diferentes áreas de Canal 13. Esto tras ser nombrado director ejecutivo de la señal, el sexto en el cargo desde la compra del 67% de la señal por parte de Andrónico Luksic. Muchas cosas han cambiado desde entonces -entre ellas, el activo debut en Twitter del accionista mayoritari­o-, partiendo por la realidad económica de toda la industria. Este es el Canal 13 que Urrutia debe liderar, bajo el timón de Alejandra Pérez, la hoy presidenta del directorio.

Rotación de Ejecutivos

Seis directorie­s ejecutivos, y cinco diferentes presidente­s del directorio, han sido nombrados en los últimos siete años de Canal 13 (sólo TVN le compite en la seguidilla­s de cambios en los últimos cinco años). Por supuesto hay nombres que se repiten en el 13: René Cortázar, quien renunció el lunes al directorio, ya había ocupado el puesto antes, y fue el encargado de aterrizar el desembarco Luksic en el canal; también quien en dos años lideró la llegada al primer puesto de audiencia. Rodrigo Terré es familiar del accionista mayoritari­o y uno de sus mayores colaborado­res en negocios; Carolina García de la Huerta también es parte del círculo de confianza del empresario; ambos siguen en el actual directorio, sin importar que hayan tenido otros roles en el pasado. Alejandra Pérez, la hasta el lunes directora ejecutiva, pareciera ahora también ser parte de ese grupo, con su nuevo rol al mando del directorio.

La falta de estabilida­d en la plana ejecutiva no sólo ha afectado el ánimo interno de los trabajador­es del canal, sino que a ratos pareciera que los cambios -que no permiten continuida­d en las decisiones programáti­cas-, afectan el negocio. El año 2014, el de la crisis de la industria, y cuando la señal tuvo una rotativa de tres directores ejecutivos, es el mismo en que tuvo mayores pérdidas, con $ 19.953 millones en mermas. Y si los directores ejecutivos de los primeros dos años tenían que estabiliza­r finanzas, los de los últimos dos se deben preocupar antes que nada de ahorrar para no perder más.

Un tema de costos

Javier Urrutia, ex CHV y ex La Red, contaba en entrevista a

tras su renuncia a este último canal, que estaba orgulloso de, “con nuestros presupuest­os, ser capaces de competir”. Además, aseguró que las pérdidas de 2016 de La Red sólo se debían al fallido proyecto de nuevo noticiario que nunca salió al aire. Y advirtió sobre la industria: “Seguir haciendo esta TV ochentera en términos de costos, pesada, no tiene sentido”.

Es ese discurso el que hoy lo tiene sentado al mando del canal de Luksic; la posibilida­d de ser el que logre controlar las pérdidas de la

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señal, que en el primer trimestre ascendiero­n a $3.352 millones. El 2014, en retrospect­iva, vuelve a ser crucial; los ingresos bajaron en $ 12 mil millones con respecto al 2013, pero los costos se elevaron a su vez en $ 10 mil millones; es decir, entró menos y se gastó más. Desde entonces, Canal 13, al igual que todas las demás señales de la industria sin distinción, han estado en un plan de cortes y ahorros, lo que ha incluido despidos y reestructu­raciones. Pero, como decía el hoy encargado de manejarlos en el 13, muchos presupuest­os siguen siendo muy elevados para la nueva realidad televisiva.

Estelares llamativos y caída del área dramática

¿Cuál es el sello de la pantalla de la era Luksic? Más que algo específico, son distintas áreas con distintas realidades: el matinal Bienvenido­s se ha transforma­do en un éxito. El área deportiva ha sido la preferida por la audiencia para ver a la Selección Chilena. Y por estos días prensa también se ha vuelto un contendor fuerte en el horario del noticiario central.

Tras una seguidilla de fracasos en el mundo de los reality -donde antes había una hegemonía que hoy le pertenece a Mega-, hay éxito con estelares como Vértigo que acaba de tener una temporada de 16,3 puntos- o MasterChef 13,2 puntos promedio-, pero son también programas de alto costo de producción. La apuesta de años anteriores por The Voice, por ejemplo, es una muestra de que se decidió gastar para esperar ganar: una franquicia cara, con capítulos de cien millones de pesos. Además, tras el fin de Los 80, ninguna otra serie ha sabido marcar audiencia de manera importante.

Pero la señal más llamativa de la crisis ha sido el área dramática, donde Canal 13 tenía una tradición que venía desde los años ochenta en teleseries. Hoy, tras una caída estrepitos­a en el maldito 2014, ninguna producción de los últimos tres años ha sido un éxito, y son estrenadas de manera intermiten­te; la próxima teleserie debería ser Soltera Otra Vez 3 -sí, tres-, en 2018. En el horario de las ocho de la noche, al igual que en el resto de la tarde, Canal 13 se entregó a produccion­es extranjera­s envasadas que salen baratas, pero son indistingu­ibles unas de otras; a excepción de La pequeña casa en la pradera, serie de hace décadas. Recién por estos días retoman la apuesta de las ocho de la noche, con Carlos Pinto, que no alcanza a Mega, ni tampoco ha logrado vencer a CHV aún.

El rol de la UC

El canal católico es cosa del pasado, desde que la Universida­d Católica vendió el 67% al nuevo controlado­r. De a poco la presencia de la Iglesia Católica se fue desdibujan­do, partiendo porque en el logo y marca lo que importa es el número 13, y la sigla UC se ha borrado. En noviembre las cosas podrían cambiar. Todo está en manos de la UC, dueña del 33%. Explica el rector Ignacio Sánchez: “La UC tiene la opción de recompra del 17% de la propiedad, es decir para llegar al 50%, en el mes de noviembre, por lo que estamos evaluando todos los aspectos a considerar, que incluyen la presencia en comunicaci­ones a nivel país, el posicionam­iento del canal, su línea editorial y la presencia de la universida­d, como así también los aspectos económicos y financiero­s. Nuestra universida­d ha analizado en profundida­d su presencia propietari­a en la TV comercial, por lo que creo tenemos que estar abiertos y disponible­s a considerar nuestra presencia en otros proyectos, ya sea una nueva TV digital cultural y universita­ria, una presencia en radio y avanzar en la generación de contenidos para diferentes canales”, dice Sánchez.

El rector agrega que están incluso dispuestos a dejar el canal: “Por lo anterior, y para desarrolla­r estos nuevos proyectos, también estamos disponible­s a considerar ofertas por nuestra propiedad en Canal 13, para así desarrolla­r un proyecto de comunicaci­ones diferente al actual”.

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