El gran desafío de Maduro por llevar adelante la Constituyente
A pesar de los cuestionamientos internos y externos, el gobierno venezolano convocó para hoy a unos comicios de donde saldrá la Asamblea encargada de modificar la Carta Magna del fallecido Hugo Chávez.
El Presidente venezolano Nicolás Maduro cumplirá hoy la promesa que hizo tantas veces a lo largo de estos últimos tres meses. “Llueva, truene o relampaguee, la Constituyente sí va”, aseguró el 12 de mayo, semanas después de anunciar sus planes para reformar la Constitución de Venezuela. Volvió a repetir la frase días después e incluso esta misma semana, mientras se acumulan las críticas por la iniciativa oficialista y cuando la tensión política y social parece alcanzar niveles peligrosos. Hoy se llevarán a cabo las elecciones de los diputados que conformarán la Asamblea Nacional Constituyente, una movida con la que, según la oposición, el Ejecutivo busca ganar tiempo y poder.
La iniciativa fue anunciada el 1 de mayo por Maduro, quien aseguró que era “el único camino” para el “diálogo y la paz”. La crisis en Venezuela se ha recrudecido en los últimos meses, con protestas antigubernamentales que desde comienzos de abril han dejado más de 100 muertos. Pero la convocatoria sólo sirvió para encender aún más las tensiones. El proceso Constituyente cuenta con el rechazo del 72% de la población, según Datanálisis, y de varias figuras cercanas al chavismo, como la fiscal general, Luisa Ortega.
El proceso ha causado reacciones en distintos lugares del globo y ha sido considerado como un directo desafío a las instituciones vigentes y a la comunidad internacional. La mayoría de los gobiernos de la región han rechazado la medida. Las condenas más fuertes han llegado desde Perú, Argentina, Chile, Brasil y Colombia, pero otros países como España, Alemania, Canadá, México y Panamá también han solicitado a Maduro terminar con su proyecto.
Las críticas también se han sentido desde la Administración de Donald Trump, en Estados Unidos, que amenazó con dejar de comprar petróleo a Venezuela -lo que dañaría profundamente su débil economía- si se mantenía adelante el proceso constituyente.
Estados Unidos ya ha tomado medidas: esta semana pidió a sus diplomáticos en Caracas sacar a sus familias del país y sancionó a 13 funcionarios y militares venezolanos, incluyendo a la directora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena. A través de una llamada del vicepresidente Mike Pence al líder opositor Leopoldo López, Washington amenazó con más sanciones en caso de que se mantengan los planes de Maduro.
La Constituyente ha sido rechazada también por distintas organizaciones como la Unión Europea y la OEA. El ex presidente del gobierno español, José Rodríguez Zapatero fue uno de los últimos en insistir ayer, luego de reunirse con representantes del gobierno y la oposición, en la necesidad de volver a establecer una mesa de diálogo.
La iniciativa también es considerada como un claro desafío a la oposición venezolana, concentrada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que ha organizado manifestaciones y “trancazos” en protesta a la Constituyente. La basura y escombros que se utilizaron