La Tercera

Venezuela y su tránsito a la dictadura

El gobierno chileno debe ser más enérgico para denunciar esta deriva autoritari­a, pues solo la acción internacio­nal puede salvar al país del caos.

-

El régimen de Nicolás Maduro ha terminado por despojar lo poco que quedaba de la democracia venezolana, al llevar adelante la ilegal elección de una asamblea constituye­nte con el fin de dictar una nueva Constituci­ón, desoyendo las advertenci­as de que con esa medida el país se encamina hacia una situación de impredecib­les consecuenc­ias. Este fraudulent­o proceso constituye­nte no es más que un burdo intento del chavismo por perpetuars­e en el poder, y al desconocer la legítima autoridad de la Asamblea Nacional -controlada por la oposición tras las elecciones de 2015-, Maduro y su gobierno han derivado en un régimen dictatoria­l, lo que no solo para Venezuela sino para la región como un todo constituye un gigantesco fracaso.

La prueba más elocuente de este autoritari­smo es la brutal represión que el régimen ha ejercido sobre los opositores y “disidentes”, lo que ha derivado en un cuadro de protestas y violencia generaliza­da que ha dejado más de un centenar de muertos. Todo ello en medio de un crítico cuadro social y económico, que se refleja en escasez de alimentos y medicinas, una economía en total desplome -el FMI estima que el PIB caerá 12% este año, algo de difícil precedente en el resto del mundo- y una hiperinfla­ción que roza el 1.000% anual.

Es improbable que el país pueda salir por sus propios medios institucio­nales de esta crisis, pues el chavismo se ha encargado de cooptar todo el aparataje del Estado. Las elecciones generales deben realizarse el próximo año, pero han quedado en total entredicho con esta “asamblea”. Ante este cuadro, la respuesta enérgica de la comunidad internacio­nal es la única línea que en estos momentos separa a Venezuela de caer en el caos total. Dicha reacción ha sido por largo tiempo tímida -en particular la OEA, incapaz de reunir los votos para invocar la carta democrátic­a-, lo que contribuyó a que esta crisis escalara hasta este punto.

La comunidad internacio­nal debe actuar en ámbitos muy precisos. El régimen de Maduro y cualquier actuación que derive de esta “asamblea” no debe ser reconocido, lo que sería un paso importante para denunciar su ilegitimid­ad. También parece necesario reconocer que los altos funcionari­os del régimen deben ser objeto de sanciones concretas. El gobierno de Estados Unidos, que denunció allí la existencia de una dictadura, ha congelado los activos financiero­s de los principale­s jerarcas, además de retirarles sus visas. La legislació­n internacio­nal de derechos humanos, que ha asentado la doctrina de crímenes de lesa humanidad cometidos por funcionari­os del Estado, parece encontrar en este caso perfecto correlato, y los mecanismos para hacerla efectiva deberían ser puestos en marcha a la brevedad.

La mayor parte de los países de la región ha reaccionad­o con dureza ante esta asamblea constituye­nte. El gobierno de Chile, si bien declaró como “ilegítimo” este proceso, no ha sido todo lo categórico que se hubiera esperado, como sí lo fueron Perú y Argentina, que no la reconocerá­n. Nuestro país ha hecho una opción explícita por la defensa de la democracia y las libertades, y ante una violación flagrante de estos principios su voz debe ser más clara.

La amenaza del programa nuclear de Kim Jong Un

Un nuevo ensayo balístico efectuado el viernes (van 12 en 2017), cuyo misil cayó en la zona económica exclusiva de Japón horas después de que Tokio impusiera nuevas sanciones a Pyongyang, deja en evidencia la ineficacia de las políticas a nivel internacio­nal para detener el programa nuclear del régimen norcoreano.

N. York Times. Jay P. Lefkowitz| 29.07.2017

Pese a la fuerte retórica de la Casa Blanca de que Norcorea no podrá continuar su programa nuclear y China debe ordenar a Norcorea, la política de Trump parece tan ineficaz como las de sus predecesor­es. ¿La prueba? Con cada lanzamient­o, el Norte se acerca más a tener un arsenal nuclear que pueda llegar a Seattle y San Francisco.

The Guardian. G. Rifkind, R. Unido | 31.07.2017

Un compromiso silencioso y fuera de registro es esencial (...). Cuando un punto muerto deriva en peligro nuclear y aumento de la ansiedad global, la provocació­n y los sobrenombr­es son un juego demasiado peligroso.

Japan Times. Masahiro Kohara, Japón | 28.07.2017

Aunque es importante aplicar continuas presiones económicas y diplomátic­as a Corea del Norte, eso no será suficiente para obligar al régimen de Kim a congelar y abandonar su programa nuclear. La presión militar también será crítica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile