PLANTA DE RESIDUOS EN TILTIL
SEÑOR DIRECTOR
En relación a la carta del Dr. Andrei Tchernitchin publicada ayer, no deja de asombrarme que un médico, que además representa a una organización de prestigio, como lo es el Colegio Médico, demuestre tal falta de seriedad y responsabilidad al referirse a nuestro proyecto de eliminación de residuos industriales en Tiltil.
Si el Dr. Tchernitchin se hubiera leído tan solo el primer capítulo del Estudio de Impacto Ambiental, se habría percatado de que el proyecto no considera la incineración o combustión de ningún tipo de residuo. Se daría cuenta también de que el pasivo de Refimet, al que hace referencia, se encuentra a una distancia y en una dirección en que su hipótesis de un posible contacto entre ese pasivo y un eventual derrame que se produjese en nuestro proyecto sea técnica y científicamente imposible.
Yo entiendo la reacción de los vecinos de Tiltil y de su alcalde, porque tienen una historia de vida que los ha hecho desconfiar de las empresas, pero no lo puedo entender ni aceptar de personas e instituciones de las cuales el país requiere y demanda una participación seria en este tipo de debates.
Nuestro proyecto es una instalación necesaria de eliminación segura de residuos industriales, residuos que hoy se producen y se seguirán produciendo en la Región Metropolitana. En su evaluación ambiental participaron 23 servicios técnicos del Estado, todos los cuales se pronunciaron favorablemente porque el proyecto demostró un cumplimiento impecable a la normativa ambiental. ámbito relevante: la salud mental. Hoy existe discriminación estructural a la salud mental, pues pese a considerar casi el 20% de la carga de salud, recibe menos del 3% del presupuesto sanitario (Correa/Jeria, Desarrollo Humano y Solidario). El estrés, la depresión y otras patologías crónicas han tenido un aumento explosivo en nuestro país, lo que exige ponerles atención.
Urge desarrollar una estrategia que incremente el gasto público en lo relativo a patologías mentales y que unifique las unidades de salud mental que hoy se encuentran dispersas en las subsecretarías de Salud Pública y Redes Asistenciales. Es urgente dictar una ley de salud mental que regule las políticas en este ámbito. Además, es razonable la creación de un modelo de salud mental comunitario y una política nacional antiestrés, para disminuir los preocupantes índices de depresión, ansiedad y estrés que padecen los chilenos.
Diego Schalper Sepúlveda