Blanco declaró que supo “por la prensa” vínculo de cuidadoras con muerte de Lissette
La ex ministra de Justicia declaró como testigo en la investigación por el deceso de la niña. “Nunca estuvo en el aire que (su fallecimiento) estaba relacionado a las educadoras”, dijo, y criticó rol de Marcela Labraña.
A ocho meses de haber dejado el cargo de ministra de Justicia, Javiera Blanco se presentó el 14 de junio ante el fiscal regional de Los Lagos, Marcos Emilfork, en calidad de testigo. Su declaración se dio en el marco del caso en que se investigan las muertes de los niños y jóvenes que dependen del Servicio Nacional de Menores (Sename), entidad que, a su vez, está a cargo de la cartera que ella dirigía.
En esa oportunidad fue consultada específicamente por los antecedentes que tenía sobre el fallecimiento de Lissette Villa (11), ocurrido el 11 de abril de 2016 en el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino, dependiente de la red Sename. Once meses después de que la niña muriera, el 1 de marzo pasado la fiscalía formalizó la investigación por presuntos apremios ilegítimos a ocho personas. Entre ellas, dos educadoras de trato directo, quienes realizaron contenciones a la menor antes de su muerte.
“La misma noche que falleció Lissette, la directora (Marcela) Labraña se comunicó por teléfono conmigo avisándome de que una niña había fallecido en el interior del Centro Galvarino, pero no tenía mucha información acerca de lo ocurrido, solo me dijo que se descompensó, pero no me informó cómo falleció, me habló de unas convulsiones y creo que me dijo que era un paro cardiorrespiratorio. Claramente, no había mucha información. Le pedí a Ignacio Suárez (entonces subsecretario de Justicia) esa misma noche que estuviera encima del tema. Nunca estuvo remotamente en el aire que estaba relacionado a las educadoras de trato directo ese día”. Así empezó el testimonio que Blanco entregó al fiscal Emilfork, junto a sus pares Erika Vargas y Marcelo Sambuceti, en relación a la muerte de Lissette.
Según explicó la actual consejera del Consejo de Defensa del Estado (CDE), “luego, a través de la jefa de comunicaciones, pude enterarme de que había mucho revuelo en el centro y que los funcionarios de Sename habían comunicado problemas en el interior (de la residencia)”.
Tras ello, los persecutores le mostraron un documento a la testigo. En él, una jefa de comunicaciones del servicio (no se identifica su nombre en la declaración) pide información acerca de la muerte de la menor. En la respuesta, también exhibida a Blanco, se indica que había sido intervenida físicamente. Al respecto, la ex secretaria de Estado señaló a los investigadores que “nunca tuve conocimiento de ello y dudo que el subsecretario haya tenido conocimiento. Dudo que nadie del ministerio haya tenido. Dejo constancia que firmo el documento que se exhibe confirmando que nunca tuve acceso a esa información”.
En relación a cuándo se enteró de que podría haber participación de terceros en la muerte de Lissette, Blanco explicó que el día que Marcela Labraña presentó su renuncia, el 22 de abril de 2016, no fue informada “de que haya existido alguna intervención de las educadoras de trato directo”.
Asimismo, dijo que “solo me enteré de que existía una actividad de las educadoras de trato directo en contra de Lissette por la prensa. Tam-