CRISIS EN VENEZUELA
SEÑOR DIRECTOR
Leopoldo López y Antonio Ledezma han sido detenidos nuevamente por las fuerzas policiales de Maduro, en una nueva fase de consolidación del poder del chavismo en Venezuela. El régimen de Maduro decidió realizar las elecciones a la Asamblea Constituyente contra la voluntad popular, sin garantías de una elección limpia y contra la opinión expresa de la comunidad internacional. Todo esto, en medio de la represión desatada en los últimos meses y que ya ha significado más de 100 muertos. Es difícil entender y analizar las proyecciones de la situación que afecta a Venezuela. El socialismo del siglo XXI enfrenta su hora decisiva, tras un comienzo “exitoso” con Chávez y una fase de decadencia que podría estar entrando en su etapa terminal. Sin embargo, la realidad es de una tremenda complejidad, considerando la creciente polarización y la pérdida de legitimidad del régimen institucional. Si bien la oposición tiene mayoría social y mostró también su poder electoral en la elección de la Asamblea Nacional, carece de poder político y militar; Maduro concentra ambos, pero ha perdido toda legitimidad y está recibiendo la condena internacional, como muestran las denuncias de manipulación de votos en la elección del domingo, y la decisión de la Unión Europea de desconocer la Constituyente de Maduro.
Estamos ante lo que parece un juego de ajedrez o una novela de esas que parecen ocurrir solo en América Latina. Las detenciones y la Asamblea Constituyente son páginas tristes de esta historia, cuyo final podría ser incluso más dramático y sangriento ante el agotamiento de las fórmulas institucionales para resolver la crisis.
Alejandro San Francisco