Propuesta de pensiones de Sebastián Piñera costaría US$ 1.529 millones
Unos US$ 1.529 millones sería el costo fiscal total detrás de la propuesta de mejoras al modelo de pensiones que presentó ayer el comando del candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera.
La iniciativa contempla un alza de 4% en las cotizaciones obligatorias, con cargo al empleador, que iría a la cuenta individual de cada afiliado, lo que implica un gasto fiscal para el Estado como empleador cercano a los US$ 700 millones, según estimaciones de conocedores de la propuesta. Pero, además, se propone elevar el aporte estatal al Pilar Solidario en hasta un 42%, lo que significa incrementar este gasto fiscal desde el 0,8% del PIB que representa hoy hasta 1,13%, es decir, sumar unos US$ 829 millones a los US$ 1.976 millones que se desembolsan actualmente, para financiar las pensiones del régimen solidario, totalizando unos US$ 2.805 millones.
La cifra supera el costo fiscal estimado por el gobierno para su propia propuesta de reforma y que, según precisó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, significaría para el estado como empleador un 0,5% del PIB, es decir, unos US$ 1.235 millones actualmente. Esto considera, eso sí, no sólo el 5% de aumento de las cotizaciones obligatorias con cargo al empleador, sino además el alza en 50% del Tope Imponible del sueldo sobre el cual se calcula el porcentaje de cotizaciones, medida que también forma parte de la iniciativa del Ejecutivo y que implicaría pasar del tope actual de $2 millones (75,7 UF) a $ 3 millones (unas 113,5 UF).
La propuesta del comando de Piñera promete mejorar las pensiones actuales en un 40%, por el alza a los aportes individuales y las de los jubilados “en los próximos años mejoran por efecto de los mayores beneficios del Pilar Solidario, el premio a las cotizaciones, el cambio en el retiro programado y la mejora en el bono por hijo”, detalló Augusto Iglesias. El coordinador de la Comisión de Pensiones y Envejecimiento Positivo del ex presidente precisó que la ventaja de la estructura de financiamiento que plantean “es que se hace sin recurrir a un impuesto al trabajo, regresivo y que perjudica el empleo formal (...) Para financiar se deberá reasignar gasto público, desde programas que no benefician a los pensionados más pobres, ni a la clase media, ni las mujeres; hacia estas iniciativas nuevas que se proponen”. ●