Movilidad eléctrica
SOLO UN MERCADO MEJOR PROVISTO PERMITIRÁ LA PENETRACIÓN MASIVA DE LA MOVILIDAD ELÉCTRICA, UN GATILLANTE PARA CONTAR CON MEJORES ESPACIOS PÚBLICOS.
Preocupante realidad para los eléctrico dependientes luego de los últimos sucesos de apagones. Dependencia eléctrica que irá cada vez más en aumento. Aumento fundamentalmente ligado a un consumo libre de emisiones, pero aún con cierta polémica en lo que respecta a su generación limpia. Las matrices de generación eléctrica ligadas al carbón y el diesel al menos anulan el efecto de la no emisión del consumo eléctrico.
Uno de los ámbitos donde la dependencia eléctrica ha avanzado más lento es la movilidad. Aviones, buques y automóviles siguen siendo mayoritariamente en base a combustión de combustibles fósiles. Sin embargo, en lo que se refiere a la movilidad eléctrica urbana, la revolución se viene muy fuerte. Ella no solo requerirá de readecuación de los puntos y cobertura del suministro, sino además regalará una oportunidad para transformar el espacio público. Móviles más compactos, eficientes y cero-contaminación prometen una renovación total de las urbes.
La empresa de autos eléctricos TESLA, produjo el año pasado unos 75 mil autos, y superó en valor bursátil a las tradicionales Ford y General Motors. La fábrica Volvo anunció que todos sus modelos a partir del 2019 serán híbridos o 100% eléctricos. Otros anuncios de ese estilo se escuchan desde Volkswagen y Mercedes Benz con un porcentaje de producción eléctrica del orden de un 20% al 25% del total de sus unidades para el 2025. Las más tradicionales americanas como Ford también se ponen al día afirmando en 15 años producirán más autos eléctricos que de combustión.
En Chile la movilidad eléctrica es muy reducida, con una venta anual en torno a los 100 autos por año. Por otro lado, los puntos de recarga eléctrica son escasos. Parte de la baja penetración se explica por costo de las unidades y la pobre red de suministro. Sin embargo, Chile tiene todas las posibilidades para generar más electricidad limpia no solo en su consumo sino en su origen. Plantas solares, eólicas e hidroeléctricas de pasada o con embalses de bajo impacto, debiesen ser empujadas con prioridad por la autoridad, no sólo por el afán de una matriz de generación eléctrica más diversificada y no contaminante, sino para contar con más energía eléctrica, y más barata. Solo un mercado mejor provisto y más competitivo, permitirá la penetración masiva de la movilidad eléctrica.
Los transportes eléctricos, no solo no contaminan, sino que además son bajos en emisiones de ruido y así mismo tienden a ser más compactos en tamaño. Esto hace pensar en la gran cantidad de oportunidades que se presentarán el futuro cercano respecto de cómo se reasignará el espacio público a los distintos modos de transporte y cómo se diseñarán esos espacios para las personas. La movilidad eléctrica es un gatillante para contar con mejores espacios públicos y así mismo volver a escuchar sonidos que hoy son acallados por el ruido de los motores.