MIGRACIÓN Y LEPRA
SEÑOR DIRECTOR
Soy nieta de inmigrantes y profesional de la salud. Desde esta doble condición deseo manifestar mi inquietud por la propuesta de algunos diputados, de impulsar un trabajo entre la Cancillería y el Minsal por el tema migraciones y lepra. El Ministerio tiene un área para migrantes; sin embargo, entre las propuestas está “pedir un informe de quiénes llegan y en qué condiciones”. Pareciera que hay un mensaje oculto de xenofobia, aunque pueda ser inconsciente. A veces se olvida que migrar es un derecho humano (OIM). No son las migraciones per sé un riesgo, sino las condiciones en que se migra. Esto es cómo viven: hacinamiento, malas condiciones sanitarias, alimentación, cultura, idioma y trabajo, por indicar algunos determinantes sociales de salud que incrementan los riesgos y la vulnerabilidad.
No me parece justo que por un par de casos de lepra estigmaticen a una población dispuesta a trabajar para mejorar sus condiciones familiares y de vida. No hay que sumar más peso a la categoría de migrante, que ya es prejuiciosa; más si agregamos clase, raza, etnia, género, edad. Los migrantes fueron y serán un aporte para el país; por ello hay que cambiar la cultura y eso se logra con acogida, capacitación e integración al sistema social y sanitario sin restricciones.
La lucha es contra la enfermedad, no contra las personas (OIM).
Yasna Carrión Pavlov
Decana Salud-Odontología UDP
Patricia Noda V.
Directora Ejecutiva de Vertebral