50 AÑOS DE LA REFORMA AGRARIA
SEÑOR DIRECTOR
Julio Berdegué, funcionario mexicano de la FAO, interviene en el complejo debate que hemos mantenido burócratas y agricultores en relación a los actos de “celebración” de los 50 años de la Reforma Agraria. Berdagué cuestiona el acertado editorial de La Tercera del sábado 5 de agosto, afirmando que “la Reforma Agraria chilena se justifica solo por el hecho de que decenas de miles de inquilinos del latifundio vivían en condiciones inaceptables bajo cualquier estándar civilizado”.
No sé qué experiencia concreta tuvo Berdegué respecto del proceso que justifica. Los inquilinos chilenos de inicios de los 60 vivían comparativamente mucho mejor que los trabajadores de otras industrias y, por cierto, mejor que los cientos de miles de pobladores de la periferia de Santiago y otras ciudades. Incluso entonces nuestros inquilinos vivían mucho mejor de lo que hoy viven millones de mexicanos. Él confunde la situación que padecían trabajadores itinerantes con la real situación de los inquilinos, quienes tenían una casa muy superior a las “soluciones habitacionales de la izquierda”, chacra para producir alimentos, talaje para animales y otras regalías.
Ciertamente el nivel salarial siempre fue menor a lo ideal, pero eso no permite concluir lo que Berdegué concluye. La dignidad humana a la que él se refiere llegó a su más bajo nivel en Chile al final del gobierno de Salvador Allende, muy defendido hasta hoy por la FAO y por otros organismos internacionales. Curiosamente ellos se financian de los países a favor del libre mercado, pero en la práctica tardan mucho en condenar a los “maduros” y las “cristinas”, con un doble estándar imposible de entender. y mayor volumen de compra, genera economías de escala y mejores condiciones de prestación.
A modo de ejemplo, la Agencia de Compra de las FF.AA. de Perú, en una anterior licitación para adquirir bienes para el sostenimiento de vehículos para su Ejército, obtuvo ahorros por aproximadamente US$ 250.000, monto similar al ahorro logrado por la contratación del servicio del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) para los vehículos de las instituciones de las FF.AA. peruanas.
Benjamín Riquelme Oyarzún