IPC de 0,2% en julio frena apuesta de nueva baja en la tasa de interés
El registro estuvo por sobre la proyección del mercado, que estimaba una variación nula o negativa. Así, el Banco Central no movería la tasa en agosto.
La apuesta por un mayor estímulo monetario en Chile se encontró con un importante freno tras publicarse el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio. Según el INE, la inflación aumentó 0,2% en el mes, sorprendiendo al alza respecto de lo esperado por el mercado, que apuntaba más bien a un 0%, o incluso una variación negativa.
De esta manera, el indicador repitió el 1,7% en 12 meses que anotó en junio, y sumó un décimo mes consecutivo bajo el 3% y dos meses debajo del piso de la meta del Banco Central (2% a 4%).
Así, los analistas fueron unánimes en posponer su previsión de una posible rebaja de la tasa de interés DE 2,5% el próximo 17 de agosto, durante la reunión del Consejo del BC, pese a que en la minuta de la reunión de junio se evidenció que el consejero Pablo García votó por bajar la tasa, y que otros consejeros se mostraron abiertos a la posibilidad de aplicar una mayor dosis de estímulo monetario durante este ciclo.
Así, los más entusiastas respecto a un movimiento a la baja en la TPM durante este mes apuntaron al Informe de Política Monetaria (IPoM) del 6 de septiembre para encontrar sustento a su apuesta de recorte de 0,25 puntos base, si bien otros ya descartaron de plano la posibilidad de que la tasa baje.
Entre los primeros, Banco Itaú planteó que “tomando en cuenta que no hubo una sorpresa consecutiva a la baja (en el IPC), no esperamos que el Banco Central actúe este mes”, si bien agregaron que “seguimos esperando dos recortes adicionales de 25 puntos este año”. En esta línea, afirmaron que “es más probable que el BC espere hasta ajustar su escenario base de proyección en el IPoM de septiembre antes de embarcarse en un ciclo adicional de recortes de tasa”.
Por su parte, BBVA Research, que anticipaba un baja de la tasa en la reunión del presente mes, afirmó que “debemos reconocer que aumenta la probabilidad de aplazamiento en el próximo recorte”, agregando que la sorpresa al alza en el IPC de julio “podría ser utilizado por los consejeros del BC más cautos para justificar la entrega del IPoM antes de introducir más estímulo monetario”. Pese a esto, continuaron apostando por una tasa en 2% para este año, aunque adelantaron que “esperamos aumentos en las tasas swaps de corto plazo y nuevos castigos al tipo de cambio toda vez que parte del mercado retirará sus apuestas de recortes”.
Por su parte, Matías Urrutia, gerente de mercados financieros de VanTrust Capital, aseguró que lo que más sorprendió a los analistas fue el dato del IPC SAE (sin alimentos ni energía), que alcanzó un alza mensual de 0,3% en julio, sobre la variación nula anticipada, lo que llevó a una revisión al alza en el dato esperado para fines de año, pasando de 2,1% a 2,4% anual, según se observó en los seguros de inflación proyectados para ese periodo. Con esto, Urrutia sostuvo que “este dato, junto al Imacec de junio (también mayor al esperado) llevó al mercado a asignar prácticamente un 0% de probabilidad de que baje la tasa en lo que resta del año”.
Asimismo, Benjamín Sierra, economista jefe de Scotiabank, indicó que “los papeles más largos (BCP 5) subieron la tasa de 3,6% a casi 3,7%, y los que están en UF bajaron moderadamente. Los BCU 5, en tanto, cedieron de 1,06% a 0,98%”. Con esto, reafirmó su visión de un IPC que cerraría el año en 2,6% anual, y manifestó que “este conjunto de datos y sus trayectorias más probables sugieren mantener la actual política monetaria expansiva con sesgo neutral”.
Complementando, Sebastián Cerda, economista jefe de CorpResearch, sostuvo que “no me parece que haya cambiado todo tan drásticamente desde junio como para no poder esperar formalmente al IPoM de septiembre y explicitar con detalle dónde están esos cambios que ameritan una nueva trayectoria futura de tasas”. ●