Gobierno retira de la Contraloría bases de licitación del Transantiago
El ente fiscalizador sugirió ajustes a los futuros contratos, a dos meses de haber sido ingresados. Autoridad admite que proceso podría no quedar resuelto en esta administración, pero sí “lo más avanzado posible”.
El martes pasado, el Ministerio de Transportes retiró de la Contraloría General de la República las bases de licitación del Transantiago, norma que fija las nuevas reglas de operación al transporte público de superficie de la capital. Aunque en la cartera se explicó que se trata de modificaciones formales, y que se mantienen los contenidos esenciales, la situación abre inevitablemente la duda respecto de si el proceso de postulación y adjudicación de la mitad del sistema quedaría resuelto bajo la administración del actual gobierno.
La ministra de Transportes, Paola Tapia, envió el 2 de junio pasado los contenidos esenciales a la Contraloría, luego de rediseñar el documento que había sido elaborado por su antecesor, Andrés Gómez-Lobo.
Las nuevas bases definirán qué firmas asumirán la operación que hasta ahora realizaban Alsacia-Express, Redbus y STP. Los contratos definen nuevas mallas de recorridos y se cambiará el esquema de pago a los privados (75% de los ingresos se cancelará por el total de kilómetros recorridos). Además, se darán incentivos cuando se cumplan los indicadores de calidad.
La ministra Tapia explicó que “lo que corresponde ahora es que, en base a lo que hemos realizado, se efectúen ajustes de carácter más bien formal. Luego de eso, se reingresarán las bases”.
La secretaria de Estado añadió que “los plazos (de adjudicación) dependen del órgano contralor”. Por eso, admitió que “lo más serio es entregar al siguiente gobierno este proceso lo más avanzado posible”. Tras la eventual aprobación de los documentos, la cartera podría iniciar la convocatoria, aunque no existe una fecha concreta.
¿Qué aspectos cuestionó la Contraloría? La ministra no dio detalles, pero los expertos explican que podría haber dificultades para expropiar los terminales, recintos necesarios para que las compañías puedan dejar y mantener los buses. Las bases establecen que estos lugares son “activos estratégicos” para el sistema y que “serán puestos a disposición de los oferentes” a través de la compra o de la expropiación. Las empresas participantes entregarán sus propuestas técnicas y económicas para la operación. También podrá haber consultas y observaciones. En la industria se indica que la cartera se encuentra realizando un estudio de los precios de los terminales, los que serían adquiridos a las empresas Redbus, STP y Alsacia.
Plazos
Diego Puga, consultor de Mobilitas, dijo que “por la magnitud de los recursos involucrados, es mejor que la revisión de este proceso sea profunda. El plazo de la adjudicación depende del tipo de observaciones que se realicen”. Aseguró que el proceso, finalmente, podría ser culminado por el próximo gobierno. Añadió, además, que las condiciones exigidas a los privados para participar en la licitación deberían ser revisadas por la Contraloría. Mencionó el caso de Alsa- La autoridad realizará una revisión y evaluación de las propuestas de las firmas. La evaluación final la efectuará una comisión de expertos. cia-Express, empresa que, eventualmente, podría quedar fuera del proceso, pues no cumple con los parámetros de calidad impuestos.
Juan Carlos González, gerente de la Fundación Transurbano, planteó que “las rectificaciones” a los futuros contratos son procedimientos “regulares” por parte del organismo fiscalizador. Sin embargo, afirmó que durante la discusión sobre los contenidos surgieron dudas sobre “el financiamiento del sistema, pues la ley del transporte público sólo asegura recursos hasta 2022 para el Transantiago”. También aludió a que no hay un análisis de costos que tendrán los futuros contratos. Hoy, el Transantiago contempla un a inversión de $ 988 mil millones al año. ● Se espera que en esa fecha se adjudique la licitación a las empresas ganadoras. Luego de ese trámite, la Contraloría analizará los contratos. El gobierno planteó que pondrá a disposición de los privados 12 terminales, aunque su ubicación aún no está definida. Transportes abrirá la participación a nuevas empresas. Sin embargo, firmas clave, como Alsacia, podrían quedar fuera, pues no cumplirían con los estándares exigidos. Las bases cambian el esquema de pago: un 75% será por kilómetro de recorrido y un 25%, por usuario trasladado. La mitad de la flota de buses se renovará en este proceso. Ciento ochenta máquinas (de tipo eléctricos y de alto estándar) se sumarán. Las firmas seleccionadas deberán comenzar a operar bajo los nuevos contratos. Habrá flota renovada y una nueva malla de recorridos.