La Tercera

ABORTO: ARGUMENTOS DEL GOBIERNO

-

SEÑOR DIRECTOR

Su edición de ayer resume la respuesta del gobierno al requerimie­nto de inconstitu­cionalidad contra el proyecto de aborto. Dicha respuesta evidencia las confusione­s que inundan esta discusión.

El gobierno afirma que al nonato le asiste “un deber de protección, no un derecho a la vida como el que asiste a las personas”, el que “no es absoluto e incondicio­nado”. Lo cierto es que el deber de conservar y respetar la vida, propia o ajena, es siempre condiciona­do (depende de las circunstan­cias). Nadie ha dicho lo contrario.

Por ello, también yerra el gobierno al señalar que es “desproporc­ionado” que “se prefiera en todo caso y bajo toda circunstan­cia la protección del feto”. La prohibició­n del aborto directo o procurado no se basa en un supuesto deber de continuar con el embarazo en toda circunstan­cia: tal deber no existe, y nadie pretende que exista. Por eso jamás han representa­do dificultad­es éticas ni jurídicas las terapias que buscan sanar a la madre cuya vida corre peligro, aunque traigan como consecuenc­ia no deseada la muerte del no nacido.

La prohibició­n del aborto directo se basa en un principio más amplio, del que constituye una aplicación: la prohibició­n de terminar directa y deliberada­mente con la vida de un ser humano inocente. Y el gran problema del proyecto es que contravien­e tal principio. No se limita solo a despenaliz­ar, sino que garantiza como prestación médica exigible supuestos de aborto directo. Es esto último —legalizar y legitimar atentados directos contra la vida humana inocente— lo que resulta incompatib­le con el mandato constituci­onal de proteger la vida del que está por nacer.

Claudio Alvarado R.

Instituto de Estudios de la Sociedad (IES)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile