Expertos reducen PIB tendencial a 2,6% y prevén cobre en US$ 2,77
Se trata de la proyección más baja para el crecimiento de largo plazo desde que Hacienda convoca a los comités.
Nunca, desde que se comenzaron a conformar los Comités Consultivos para proyectar el PIB tendencial de Chile en 2002 desde el ministerio de Hacienda, se había consensuado una cifra tan baja para el crecimiento de largo plazo de la economía nacional como la fijada por los expertos este año, al aterrizar en 2,6%.
La corrección (la quinta consecutiva) respecto a lo estimado en 2016 fue de 0,4 puntos a la baja, mientras que la caída llega a los 2,2 puntos desde 2013, situación que implica menores ingresos estructurales para los cálculos del gasto para el Presupuesto 2018.
De acuerdo a miembros del comité de expertos, el principal responsable del ajuste es el retroceso consecutivo de la inversión de los últimos cuatro años (de confirmarse la proyección promedio de los expertos, de una baja de 0,78% en 2017), mientras que consideran una contracción de 1,1% en la productividad, según el promedio de los 17 expertos consultados.
En esta línea, los expertos afirmaron que el bajo crecimiento esperado para 2017 golpeó las expectativas hacia adelante, lo que llevaría a que la economía chilena alcanzaría un tendencial de 3% recién en 2022.
Las consecuencias del recorte “no son menores”, considerando que “la economía solo puede crecer sostenidamente a tasas más bajas que antes, con una consecuente menor creación de empleos (al menos no callejeros) y menor bienestar general”, según explicó el miembro del Comité Consultivo del PIB tendencial, y economista de la U. de Chile, Alejandro Alarcón.
Por su parte, Patricio Rojas, economista de Rojas & Asociados y también parte de este Comité, planteó que “0,5 puntos menos en el PIB de tendencia debería ser en torno a US$ 300 o US$ 400 millones menos de ingresos”, una repercusión negativa importante pensando en la capacidad de gasto del gobierno (ver nota secundaria).
Alza en el cobre
Sin embargo, la mala noticia revelada por el lado del PIB tendencial, fue compensada desde el punto de vista de los ingresos que se estimarán para el Presupuesto 2018- por el alza del precio del cobre de largo plazo estimado por el otro Comité de Expertos.
Según las estimaciones de este grupo, el precio del metal rojo de largo plazo, pasó de US$ 2,56 la libra previsto el año pasado, a US$ 2,77 en el actual ejercicio. En este caso, Rojas planteó que “con una mejor eficiencia en las empresas mineras, con márgenes que van subiendo, los ingresos deberían aumentar en cerca de US$ 600 millones”, con lo que agregó que “se va a compensar en forma importante los ingresos estructurales”.
De hecho, de acuerdo a cálculos de Banco Santander, la menor brecha (entre el crecimiento efectivo y el de tendencia) se traduce en ingresos estructurales más bajos del orden de 0,3% del PIB en 2017, mientras que en el caso del precio del cobre existe un alza de 0,3% aproximadamente, por lo que “ambos efectos se contrarrestan”. Así, plantean que “el déficit estructural para este año se mantendría en 1,7% del PIB”.
Por su parte, BBVA Research proyectó que el mayor precio del cobre agregaría US$ 820 millones en los ingresos estructurales de 2017 y US$ 850 millones en 2018, a lo que se restaría US$ 765 millones el primer año y US$ 1.100 millones el segundo por el menor PIB tendencial. “Prácticamente se anulan en 2017”, indicaron en su informe, si bien para 2018 adelantan que “reduce en 0,1% del PIB las estimaciones de ingresos estructurales y los espacios para el crecimiento del gasto”, señalan en un informe.
Para los siguientes años, los expertos apostaron a un incremento consecutivo del valor del commodity hacia 2021, alcanzando los US$ 2,859 la libra, para luego cerrar el periodo del cálculo (2027) en US$ 2,72.
Con todo, a juicio del economista y director de Denk Consultores, Pablo Correa, también miembro del comité del PIB, la baja del PIB tendencial “es una pésima noticia para el ministro de Hacienda” ya que es “un tema más estructural de lo que puede ser el precio del cobre”. Agregó que “la próxima administración tendrá la tarea de estabilizar el deterioro de las finanzas públicas. El desafío es enorme”.
Asimismo, Igal Magendzo, economista y socio de Pacífico Macroeconomía, y también miembro, planteó que “el espacio para el gasto público es bastante menor a lo que había en años anteriores, por lo que anticipo que el crecimiento del Presupuesto 2018 será menos holgado que en otros periodos”.
En tanto, Alarcón remarcó que existe “una barrera más donde la economía chilena tiene que mostrar disciplina fiscal”, mientras que Carolina Gründwald, investigadora de LyD, sostuvo que “el PIB depende más ‘de nosotros’ que el precio del cobre, lo que implica que se debe trabajar el crecimiento y no dejárselo todo a la evolución internacional”. ●