La larga búsqueda de los restos del barco
Una de las grandes incógnitas que relata el documental es la ubicación exacta del barco. Desde su hundimiento en 1922, nadie ha podido llegar hasta él.
Ya localizado gracias al trabajo de Carlos Cortés y Ricardo Bordones, los documentalistas se aprestan ahora a la misión más difícil de su investigación: llegar hasta el pecio.
Dada la profundidad a la que se encuentra -unos 100 metros- será imposible hacerlo con buzos.
“Nos encontramos próximos a hacer lo que creemos será la última búsqueda, ya que ahora contamos con la ubicación del Itata. En septiembre iremos a buscarlo junto a un equipo de la Armada, la U. Católica del Norte y la ONG Oceana. Esta última llevará un Vehículo Operado Robóticamente (R.O.V) para filmar el buque, el cual está hundido a más de 100 metros, a varias millas de la costa”, explica Carlos Cortés.
Los investigadores esperan, que dada la profundidad, y por ende, la falta de oxígeno, restos del barco y muchos objetos y pertenencias de los pasajeros se encuentren en buenas condiciones.
Hecho histórico
Todo el proceso de búsqueda ha sido apoyado y financiado en parte por la U. Católica del Norte. “Como universidad hemos apoyado este proyecto desde su génesis, porque sentimos que hay una responsabilidad social de poner en valor un hecho histórico relevante para la Región de Coquimbo y el país”, explica Luis Moncayo, secretario de vinculación con el medio de la U. Católica del Norte.
“Esperamos contribuir, desde el ámbito cultural y desde la investigación científica, a este proyecto que busca poner en valor nuestro patrimonio histórico e identidad”, agrega Moncayo. ●