Coherencia de los candidatos frente al TC
Durante el fin de semana pasado, y a la espera de que el Tribunal Constitucional (TC) diera a conocer su fallo sobre el proyecto que despenaliza el aborto en tres causales, el senador y candidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, volvió a arremeter en contra de esta institución. “El TC como está hoy no ofrece ninguna garantía de legitimidad”, y justificó su no concurrencia a las audiencias públicas, porque en su parecer se trata de una institución que carece de seriedad. Hace un mes, había planteado reformular al TC, porque su composición pone en riesgo la institucionalidad.
El lunes, tras conocer el fallo del tribunal, que dio luz verde al proyecto, el candidato señaló que la resolución “representa un triunfo de las mayorías que se expresan para que el país progrese”, añadiendo que el fallo fue “una derrota para la derecha piñerista”. Es llamativo este abrupto vuelco del senador, validando ahora el fallo. La candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, también parece haber experimentado un vuelco, pues a mediados de julio estimaba que el TC “violenta las mayorías” y que sus fallos eran “políticos, no técnicos”, pero tras el fallo su visión es que “Chile está un poquito mejor”.
Estos ejemplos vuelven a hacer presente la necesidad de que quienes aspiran a detentar cargos de alta responsabilidad política sean prudentes en sus juicios y pongan especial énfasis en el respeto y cuidado de la institucionalidad, sin que ello quede condicionado a sus propias preferencias personales.