PALERMO PIENSA EN BOCA

torneo anterior, ahí jugaba con: Sánchez; Currimilla, Ampuero, Mancilla, Gutiérrez; Meneses, Seymour, Aránguiz, Pinares; Jaime (Salom) y Churín. Hoy lo hace con: Sánchez; Gómez, González, Pizzorno, Sosa; Poblete, Gallucci, Arangüiz, Pinares; Jaime y Muñoz. Siete cambios. Lo más llamativo y que refrenda la primera línea de esta columna es que en el campeonato anterior, en la misma cuarta fecha, Unión Española ya sumaba 9 goles en contra. Ahora, con los mismos encuentros, no le han convertido ninguno. Cero gol recibido, meritorio. Así es esta Unión. Diferente a la anterior. Saca resultados, gana, no brilla pero es líder. Se defiende con autoridad y tiene animales arriba que se comen a cualquier presa. Entre Pinares, Aránguiz, Galdames, Muñoz y Canales pueden voltear a cualquiera. Ahora no sólo dependen del balón largo para Churín y Salóm, hay un juego más asociado que une a los delanteros. Si es regular podría pelear hasta el final. Su alma es Pinares, si lo venden se desarman, así que no rompan algo con buena cara.

La Unión goza en pocos metros, disfruta con las líneas pegadas. Boca era así. Se cerraba y te mataba sin tener como única herramienta el contraataque. Equipo pensante, equilibrado, sin nervios. Esta es la Unión de Palermo, que brilla con la calva de Bianchi y que tal vez tenga en arriendo el celular de Dios.