Certeza técnica por sobre decisiones políticas
Esta semana, el Comité de Ministros rechazó la construcción del proyecto minero de hierro y cobre Dominga, en la Región de Coquimbo. Creemos que es una decisión lamentable, especialmente si consideramos que la iniciativa había cumplido con todas las exigencias previas que indica nuestra institucionalidad. El rechazo a este proyecto de inversión es una pésima señal. En la actual coyuntura, es fundamental que el país entregue certezas a los inversionistas de que la inversión es bienvenida. Esto se contradice con la decisión adoptada por el Comité de Ministros y solo contribuye a acentuar la desconfianza en la forma en que se adoptan las decisiones en Chile.
La iniciativa fue aprobada en lo técnico y, por razones políticas, se rechazó en última instancia. Recordemos que el proyecto estuvo en tramitación más de tres años y medio, con enormes inversiones involucradas en este proceso. Por lo tanto, no es válido argumentar en el último momento que la línea de base presenta información deficiente o insuficiente.
Por lo tanto, hoy los inversionistas no saben si en el último paso les van a aprobar un proyecto o no, sin importar cuánto hayan avanzado, qué pasos hayan tenido que cumplir o cuánto hayan invertido. En consecuencia, las empresas están caminando con creciente cautela.
La minería es un negocio de largo plazo, intensivo en el uso de capital. Además de la calidad de los recursos mineros, aspectos como el riesgo país, la seguridad jurídica, la regulación y la estabilidad de las reglas son factores determinantes para los inversionistas.
Hay una cifra preocupante en este contexto. Del total de proyectos de inversión proyectados por Cochilco para los próximos diez años, que suman US$
65.000 millones, solo el
47% cuenta con una Resolución de Calificación
Ambiental (RCA) aprobada. Y, aunque paulatinamente estén mejorando las condiciones de mercado, esto no es suficiente para atraer y volver a encantar a los inversionistas.
Por esto, creemos que es válido abrir un debate sobre si es el Comité de Ministros la entidad adecuada para resolver finalmente la concreción de un proyecto. Especialmente dada la trascendencia de iniciativas que ha analizado, y cuando previamente ha habido una serie de instancias técnicas institucionalizadas interviniendo en el proceso. Hay aspectos que competen exclusivamente a organismos técnicos.
En consecuencia, debemos otorgar mayores grados de confiabilidad jurídica, que permitan hacer posible la realización de proyectos cada vez más competitivos. Es necesario agilizar el otorgamiento de permisos y generar una instancia pública que vele por una tramitación más expedita de grandes iniciativas, que genere seguridad.
Como país debemos explicitar a los agentes económicos, en forma nítida y clara, la ruta a seguir en el mediano plazo. Para ello, se requieren acuerdos amplios, en un horizonte de largo plazo, donde la estabilidad de las reglas es un factor crucial.
Lamentamos la decisión tomada, considerando que Dominga significaba una inversión de US$ 2.500 millones y hubiera generado empleo y desarrollo, muy necesarios en nuestro país y en la región.
Hoy, la minería chilena se encuentra en una encrucijada: o empieza a decaer, y como país se pierde una oportunidad o desarrollo, o continúa su crecimiento guiando a toda la economía junto con ella. Es un momento clave para el sector en este sentido. Es lamentable que este gobierno no haya sido capaz de tomar una decisión país en una materia de tanta importancia.
Es válido abrir un debate sobre si es este comité la entidad adecuada para resolver un proyecto.