La Tercera

Femsa inicia arbitraje contra su socio en Cruz Verde

Pugna con Guillermo Harding apunta a diferencia­s contables sobre una partida de programas médicos.

- Leonardo Cárdenas

A sólo días de que se cumplan dos años desde que el grupo mexicano Femsa –a través de su división Femsa comercio– comprara el 60% de la propiedad de Socofar al empresario Guillermo Harding, la semana pasada la gigante mexicana inició los trámites ante el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM), a fin de presentar una demanda en contra de su socio.

Bajo absoluta reserva, a las oficinas de Socofar ubicadas en Ciudad Empresaria­l, en Huechuraba, llegó una carta en la que se oficializa por parte de la gigante mexicana su primer paso para la presentaci­ón de una demanda arbitral en contra del empresario viñamarino y sus sociedades.

La discrepanc­ia que detonara el inicio del arbitraje entre los aztecas y los representa­ntes de Harding surgió hace al menos tres meses y se origina en una sociedad interna de Socofar que se dedica a las prestacion­es médicas y en particular a pacientes enfermos de cáncer.

En resumen, según fuentes de la industria, los recursos en disputa se explican por discrepanc­ias contables sobre cómo catalogar una partida ligada a los Programas de Acceso Médico (PAM). Para Harding, se trata de un ítem ordinario y propio del negocio mientras que para los mexicanos correspond­e a una cuenta por cobrar.

Si el tribunal siguiera el raciocinio de Femsa, Socofar debería efectuar un ajuste de patrimonio, lo que sería responsabi­lidad del vendedor. Al contrario, si se hiciera como lo viene realizando la compañía antes del ingreso de su socio- sería denominado como un ajuste propio del giro ordinario del negocio.

Las fuentes explican que dado el riesgo de incobrabil­idad por defunción del paciente –debido a que a veces no alcanzan a comprar los bonos y no es posible cobrar por los servicios médicos prestados–, la sociedad dedicada a prestacion­es oncológica­s contabiliz­a esto haciendo una provisión de ingresos. Algo que es normal dentro de la industria de clínicas, dicen.

En cifras, el ajuste contable podría alcanzar alrededor de US$ 3 millones, unos $ 1.905 millones. Sin embargo, la magnitud definitiva dependerá de lo que resuelva un tercero. Según explican fuentes de la industria, la cifra eventualme­nte sería menor, consideran­do los ingresos que obtiene anualmente Socofar, que de acuerdo con la cantidad de ubicacione­s, posee el 40% de la industria.

En la empresa le bajan el tono a la discusión indicando que existen buenos argumentos por parte de los asesores contables de ambos socios. Por lo mismo, acuden a un tercero con el fin de solucionar la discrepanc­ia, tal como estaba establecid­o en el contrato de ingreso de los mexicanos a la sociedad.

La representa­ción de Guillermo Harding y sus siete sociedades está en manos del estudio legal Barros Errázuriz. Por su parte, los abogados de Femsa pertenecen al estudio Guerrero Olivos.

Procedimie­nto

Según lo estipulado en el acuerdo de ingreso de Femsa a la propiedad de Socofar, en los próximos días el CAM nombrará un árbitro. Posteriorm­ente, los mexicanos presentará­n la demanda y vendrá la contestaci­ón por parte del grupo de Harding.

¿Cuánto tiempo puede tomar? Al tratarse de opiniones técnicas financiera­s es probable que ambas partes encomiende­n estudios económicos para respaldar sus posiciones ante la terna arbitral presidida por un arbitro de derecho.b

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► Femsa adquirió el control de Socofar, que controla la cadena Cruz Verde, en 2015.

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