La Tercera

Agustín Squella

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FINANCIAMI­ENTO DE CAMPAÑAS

SEÑOR DIRECTOR

Los candidatos Alejandro Guillier y Carolina Goic se quejan porque los bancos no les otorgan créditos para sus campañas. Sería bueno que supieran que la mayoría de los chilenos desfila diariament­e en los bancos tratando de conseguir créditos para hacer andar sus Pymes, y nunca lo consiguen, salvo que tengan garantías reales que permitan a los bancos recuperar las platas prestadas en caso de que el proyecto de la Pyme fracase. Claro, hay una excepción a lo anterior: ser hijo o nuera de la Presidenta. Pero, a un chileno de a pie ningún banco le prestará sin garantías suficiente­s. Eso lo saben todos.

Lo curioso es que ha sido una sorpresa para Guillier y Goic. La única garantía que ellos tienen –al parecer– son los alrededor de $ 1.000 por voto que el Servel les dará una vez contados. Y claro, si yo fuera banquero, solo con esta garantía le prestaría muy poco a Goic y un poco más a Guillier. Además, las platas que los bancos prestan son de los depositant­es en los bancos y no de los dueños de los bancos o del gobierno. Y yo, por lo menos en mi calidad de depositant­e,

SEÑOR DIRECTOR

El ministro de Agricultur­a favoreció y benefició una eventual fauna marina sobre los olvidados habitantes de La Higuera.

¿Vale la pena continuar con el Comité de Ministros?

Guillermo Mackenna E.

GENERAL OROZCO

SEÑOR DIRECTOR

La detención del general de Ejército Héctor Orozco, por su forma y fondo, va mucho más allá de una simple aplicación de normas legales, sobre las que pueden existir opiniones diferentes de acuerdo a las particular­es visiones que dividen a nuestra sociedad, para constituir­se en una acción aberrante que supera el tema de los derechos humanos, pasando a ser un hecho que conmueve la conciencia humana.

Sacar de su casa en pijama a un anciano de 91 años, medio ciego, que no sabe dónde está - por Alzheimer avanzado-, no es justicia, no es venganza, es una vergüenza nacional que no interpreta ni representa a la mayoría ciudadana, de sentimient­os nobles y profundo contenido humano. A partir de este hecho tendremos que cargar una pena que no SEÑOR DIRECTOR

Pensiones, educación, salud, transporte son temas que generan sensación de insatisfac­ción porque no avanzan como quisiéramo­s. Con el poco tiempo que le queda al gobierno, pareciera que ninguna de estas materias va a mejorar concretame­nte. Son tantos los puntos al debe, que se descuidan otros que quedaron a mitad de camino. Un caso tangible es la agenda de probidad.

¿Qué estamos esperando para que las autoridade­s desempolve­n las más de 100 medidas que quedaron pendientes de la Comisión Engel? ¿Esperamos que se descubra -hipotética­mente - que Odebrecht tocó puertas chilenas y que hay millonario­s sobornos? Nuestros gobernante­s deben poner a prueba lo aprendido y dejar de ser reactivos frente a los casos de corrupción, más si la solución está.

Es cierto, hay muchas prioridade­s por atender, pero si se comenzó una iniciativa hay que terminarla, no porque se deje de legislar dejarán de ocurrir irregulari­dades. El fraude en Carabinero­s dejó la vara alta, debemos estar preparados. De hecho, según la última encuesta de la Percepción de la Corrupción, de Libertad y Desarrollo, la sensación sobre la corrupción de los uniformado­s aumentó en casi 100%, si se compara a la última medición.

Donde hay que concentrar los mayores esfuerzos es en tipificar como delito la corrupción entre privados. Es la ciudadanía la perjudicad­a y así lo han demostrado los casos de colusión.

OLVIDO DE LA AGENDA DE PROBIDAD

SEÑOR DIRECTOR

Los flujos migratorio­s recientes en América han llevado a los países de destino a revisar la legislació­n. La norma brasileña es un ejemplo para la región. Haciéndose eco de los llamados de Naciones Unidas, protege los derechos de trabajador­es migrantes, al consagrar el principio de no criminaliz­ación de la migración irregular priorizand­o la regulariza­ción en lugar de la deportació­n. En segundo lugar, establece el derecho de reagrupaci­ón familiar con el cónyuge o pareja de hecho, independie­nte del género u orientació­n sexual, con los hijos, incluidos los del cónyuge o pareja, y otros familiares hasta el segundo grado. Entiende el concepto de familia de forma amplia, y así el Estado puede extender la reagrupaci­ón familiar a situacione­s de dependenci­a afectiva, vínculos familiares o sociabilid­ad.

Finalmente, si bien reconoce la posición privilegia­da de los nacionales, a quienes se aplica el acuerdo de residencia del Mercosur, y la necesidad de seguir reforzando los lazos entre países, esa expansión de derechos cubre tanto a los migrantes de esa región como de otras.

Esperemos que el proyecto de ley sobre migración presentado hace pocos días en La Moneda haya considerad­o aspectos del modelo integrador y humanista brasileño, para abandonar la visión reactiva del proyecto de 2013, inspirado en el fracasado régimen de la Unión Europea.

Antonio Muñoz A.

PROYECTO DE LEY DE MIGRACIÓN

Instituto de Investigac­ión en Derecho Universida­d Autónoma

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