Cuatro comunas triplican la tasa nacional de homicidios
Santiago, San Joaquín, Recoleta y Lo Espejo encabezan el listado de los lugares de Chile donde se produjeron más asesinatos en 2016.
Alameda a la altura de Estación Central, en la comuna de Santiago, fue el lugar de Chile con mayor tasa de ocurrencia de homicidios durante 2016. Así lo revela un informe (ver recuadro) realizado por el equipo del senador Felipe Harboe (PPD) que contrastó varios estudios como la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) y la National Crime Victimization Survey (NCVS) de EE.UU., entre otras.
“Salvo Canadá, Chile es el país con menor tasa de homicidios en América con 2,7 cada 100 mil habitantes”, dice Harboe. El problema, advierte, es cuando se mira más a fondo para ver dónde ocurren esos asesinatos.
“Hay lugares que superan los 10 puntos y ahí tenemos que concentrar los esfuerzos, porque esas cifras son medianas o mediano-altas en otros países de Latinoamérica”, detalla.
El informe indica, por ejemplo, que el año pasado la tasa de homicidios en la Santiago fue de 10,4 cada 100 mil habitantes. En la lista siguen las comunas de San Joaquín también con 10,4, Recoleta con 9 y Lo Espejo con 8,9.
¿Pero qué explica la ocurrencia de homicidios en estas comunas? Si bien Santiago no tiene un alto nivel de vulneración social, dice Harboe, los lugares donde se han producido los crímenes concentran expendio de bebidas alcohólicas y eso puede estar relacionado con riñas.
“En San Joaquín, en cambio, hay tráfico de drogas y en otras comunas hay marginalidad, conflicto social y baja escolaridad, lo que en la práctica significa que los problemas no se resuelven con diálogo”, añade. Sin embargo, lo más inquietante según el legislador es que nueve comunas concentren el 38% de los homicidios en Chile.
“Llamaría a mirar con atención este fenómeno para evitar que el orgullo de tener una baja tasa se vea afectado. Y en segundo lugar porque es un tema de justicia social, ya que el homicidio se concentra donde hay un grado de vulnerabilidad mayor; en consecuencia, es un problema de política pública”, afirma.
Desde el Ejecutivo el subsecretario de Prevención del Delito, Óscar Carrasco, apunta que en Chile los delitos de mayor connotación social son los robos, particularmente los con fuerza, hurtos y con violencia. “Los homicidios corresponden al 0,1% y si nos vamos verlos con detención, obviamente encontraremos realidades locales diferenciadas”, apunta.
A modo de ejemplo, explica que en 2015 en La Cisterna no hubo homicidios y en 2016 se produjeron cinco, mientras que en San Joaquín en 2015 se reportaron cinco y el año pasado siete. “Por lo tanto, son tasas que pueden ser relevantes, pero con baja frecuencia”, asegura Carrasco.
A la hora de deconstruir las cifras, el subsecretario comenta que se pueden encontrar denominadores comunes. “Uno se da cuenta de que efectivamente lo que se presenta en los homicidios es consumo de alcohol y el uso de armas blancas y de fuego”, recalca.
El subsecretario reconoce que hay que trabajar estas cifras en algunos territorios en específico, “que es lo que están haciendo las policías y lo que hacemos en los comités policiales, tanto nacionales como regionales. Sin embargo, insisto, entendiendo que la tasa de homicidios en Chile es la segunda más baja de América”.
Trabajo local
Desde la Municipalidad de Santiago el director de Seguridad Vecinal, Pablo Fernández, subraya que se está potenciando la prevención con más vehículos de seguridad y ampliando la red de cámaras de vigilancia. “En el caso puntual del barrio Yungay, donde efectivamente hay ocurrencia de delitos, se han instaurado mesas de trabajo con los vecinos, quienes han manifestado su preocupación. Por ello a través del Plan Comunal de Seguridad Pública está en ejecución el proyecto de Alarmas Comunitarias y APP móvil, que se extiende a otros barrios como Viel, Brasil y San Eugenio, cuya inversión supera los $34 millones”, sostiene Fernández.
En tanto, su par de San Joaquín, Alexis Carmona, admite que hay barrios complejos en la comuna, pero están trabajando en ellos. “Estamos coordinados con la Fiscalía Sur y las dos policías para monitorear los delitos y en una mesa de trabajo vamos compartiendo los resultados”, cuenta.
Sobre si hace falta más presencia policial, Carmona dice que se lo han manifestado a las autoridades centrales en diversas oportunidades. “Lo que más se necesita es trabajo de inteligencia y eso es clave porque los homicidios están cruzados por otras variables, como armas y droga”, enfatiza.
●