BUSES ELÉCTRICOS
SEÑOR DIRECTOR
Existe una tendencia mundial a fomentar el transporte público no contaminante basado en la electricidad. Cada vez se exigen normas de emisión más exigentes y muchos países plantean directamente prohibir los motores de combustión interna en la ciudad para hacerlas más amigables.
Los buses eléctricos presentan beneficios irrebatibles: mayor duración, menos piezas móviles, menor desgaste de la carrocería, frenado con reciclado de energía; no consumen aceites, ni combustibles; prácticamente no emiten calor ni ruido y la cantidad de energía que se transforma en movimiento es altísima, muy superior a cualquier motor de combustión interna.
Hoy las baterías son capaces de entregar suficiente almacenamiento de energía, potencia y duración para competir y superar a un bus convencional. Algunas baterías se pueden recargar hasta 30.000 ciclos, unos 15 años de vida útil o más, quedando aún la posibilidad de que tengan una segunda vida para sistemas de energías renovables.
Hoy se puede superar el retorno a la inversión de un bus eléctrico comparado con su equivalente de combustión interna, con diferentes modalidades de recarga de energía con retornos económicos positivos durante la vida útil del bus. Las baterías del futuro solo acortarán este período.
La industria está entrando en un período de madurez no solo por los avances tecnológicos, sino porque existen numerosos fabricantes de buses eléctricos de diferentes tipos con alto estándar, excelente tecnología y calidad, y con capacidad de producción muy desarrollada. La tecnología eléctrica es la alternativa más sustentable y su inversión es económicamente conveniente, con todas las ventajas que esto trae. La tecnología de motores a combustión interna quedará obsoleta. Es mito que el bus eléctrico no está preparado.