SOBRE EL ABORTO
“En la República previa a la dictadura militar el aborto era un tema mucho más secularizado”. gir de la lectura de gente como Domingo Faustino Sarmiento y tomo la parte del humanismo a la Tzvetan Todorov: el reconocimiento de la humanidad del otro. Una universalización. Yo parto de ese reconocimiento y, por lo tanto, de la no cosificación del distinto. Pero no creo que sea un proceso que se haga de lo abstracto a lo concreto, de lo trascendente a lo cotidiano. Es una construcción más histórica, que se va haciendo a través de prácticas.
¿Y qué pasa cuando lo civilizatorio se ve amagado por el miedo o el instinto de supervivencia, frente a un otro percibido como amenaza?
No hay que negar la existencia del miedo, de los particularismos, de las emociones ni de los identitarismos mezquinos. Lo que me pregunto es cómo ir ligando, lo más que se pueda, la razón a la historia. Es un planteo modesto que propone un esfuerzo posible, compartido: frente a estas emociones “negativas”, proponer otras, más positivas, como el deseo de vivir en paz. Esas emociones también existen.
Otro tema que ronda el libro es el del secularismo. ¿Lo ha visto resurgir localmente, a propósito de temas como el aborto en tres causales?
No creo en progresos lineales a este respecto. Por ejemplo, en la República previa a la dictadura militar el aborto era un tema mucho más secularizado. Habría que ver qué pasó culturalmente cuando hubo una Iglesia ligada a los derechos humanos y una Iglesia para la dictadura.
Eso sí, usted no es un secularista que manifieste su ateísmo a la manera de Richard Dawkins.
ERNESTO OTTONE 119 págs.
FCE, 2017
$ 7.500
No planteo mi ateísmo como una definición identitaria. Entiendo que hay un fenómeno religioso profundo e importante en la historia de la humanidad, lo que no quita que uno pueda tener una visión secular de la vida. Por lo demás, la vida nos muestra siempre que hay gente que tiene convicciones religiosas y que, sin embargo, tiene una visión secular de cómo se debe dirigir la polis.
El subtítulo de su último libro rescata el término “convivencia”. ¿Lo asocia a otros términos de uso común, como cohabitación, aceptación, tolerancia?
(Alain) Touraine se preguntaba en un libro de hace ya 20 años, “¿Podremos vivir juntos?”. Creo que las cosas van por ahí. Ahora, cuando se habla de tolerancia... yo tolero al diferente y simplemente admito que esté. Yo voy más allá: lo tolero y siento curiosidad de saber si no tenemos elementos en común que nos permitan construir un mundo con mayores elementos de buena convivencia.b