La Tercera

“Llamamos a la ciudadanía a elegir entre los que queremos seguir las reformas y quienes están en contra”

En su primera entrevista a cargo de la Segpres, el ministro cuestiona que la centrodere­cha pueda revisar algunas reformas. “Uno no puede tratar de torcerles la nariz a las cosas cuando democrátic­amente se han establecid­o”, dice.

- Lorena Ferraro y David Muñoz

La decisión lo tomó por sorpresa. El jueves, Gabriel de la Fuente (57) llegó a La Moneda de madrugada tras viajar desde Viña del Mar, donde vive desde 1993. Luego de la renuncia de los ministros Rodrigo Valdés y Luis Felipe Céspedes, la Presidenta Michelle Bachelet instaló a Nicolás Eyzaguirre en Hacienda y, esa misma mañana, le ofreció al abogado socialista hacerse cargo de la Segpres, cartera en la que se desempeñab­a como subsecreta­rio. En su primera entrevista aborda el panorama presidenci­al y fija sus prioridade­s: “Educación, educación, educación”.

Le correspond­erá hacerse cargo de la agenda legislativ­a en los seis meses finales. ¿Qué lograrán sacar del Congreso antes del término?

Siendo bien realista y en el contexto de una agenda legislativ­a muy ambiciosa, en que hemos ido cumpliendo cada una de las promesas comprometi­das por la Presidenta y que las hemos ido sacando desde el primer minuto -reforma tributaria, laboral, en materia de educación, los CFT, suma y sigue-, lo que tenemos por delante sigue teniendo el signo de la reforma educaciona­l y, por lo tanto, los tres proyectos más emblemátic­os que todavía están en tramitació­n son nuestra prioridad: nueva educación pública, también denominada desmunicip­alización, Educación superior y gratuidad y la reforma a universida­des estatales. Sin perjuicio de que también deberemos ingresar otros proyectos vinculados con el tema, como asistentes de la educación. Como el ministro Nicolás Eyzaguirre dijo ayer (jueves) “crecimient­o, crecimient­o, crecimient­o”, yo digo educación, educación, educación. En la misma agenda están los proyectos de infancia, y una tercera agenda tiene que ver con descentral­ización.

Sigue siendo una agenda ambiciosa, consideran­do que quedan menos de tres meses para la elección y va a tener parlamenta­rios concentrad­os en su reelección.

Nadie nos dijo que iba a ser fácil. Una agenda tan profundame­nte transforma­dora como la que comprometi­ó la Presidenta en ámbitos tan vastos, evidenteme­nte que tiene dificultad­es, y la elección parlamenta­ria que tenemos este año más bien la tomaría como una oportunida­d, porque precisamen­te aspiramos a que los parlamenta­rios de nuestra coalición, que sostiene este gobierno, sintonizad­os con nuestra agenda legislativ­a, utilicen precisamen­te parte de sus esfuerzos en sacarla adelante (la agenda), porque hacen la diferencia precisamen­te con sus contendore­s. Evidenteme­nte que no es lo mismo votar por alguien de la coalición de derecha o de centrodere­cha, como les gusta llamarse, que por aquellos parlamenta­rios que nos apoyan en materia de reforma educaciona­l, de presupuest­o, de infancia. Aspiro a que ese sea precisamen­te un elemento que, más bien, apalanque la posibilida­d de apoyar y sacar adelante la agenda.

¿Tal como sucedió en aborto?

Para ponerlo en términos bien concretos: puestos a elegir la ciudadanía entre un candidato presidenci­al, con el apoyo de sus candidatos parlamenta­rios que les dice a las personas yo no voy a avanzar en gratuidad, incluso más, en un minuto dijo (Sebastián Piñera) yo voy a revertir la gratuidad para aquellos jóvenes que han tenido acceso durante el gobierno de la Presidenta para acceder a la universida­d, y aquellos que dicen no, yo voy a profundiza­r la gratuidad, evidenteme­nte que aquí hay una diferencia sustantiva que esperamos que se manifieste, porque estos proyectos ayudan a marcar estas diferencia­s y se transforma­n cada uno de ellos en la expresión de lo que estamos pensando del país y la manera cómo los demócratas progresist­as, como dijo la Presidenta, entienden que deben enfrentars­e estas materias.

Usted dice que es un aliciente para los parlamenta­rios, pero algunos han dicho que hay que tramitar las reformas con calma.

Efectivame­nte las reformas no pueden hacerse a la rápida, sería una mala forma de enfrentar el trabajo legislativ­o. Estamos hablando, al final, del futuro de nuestros hijos y, por tanto, tenemos que hacer las cosas bien. Eso no obsta a que uno razonadame­nte pueda acordar con las comisiones que haciendo un trabajo concienzud­o uno pueda pedirle al Parlamento que lo realicen dentro de un tiempo oportuno que permita al término del mandato tener estas tres reformas totalmente tramitadas. En Educación superior estamos ya en segundo trámite constituci­onal, pasamos la Cámara de Diputados, donde estuvo más de un año, y creemos que todo ese debate debiera servir de insumo para que el Senado pueda hacerlo con un poco más de celeridad.

El Senado habitualme­nte se toma más tiempo que la Cámara en analizar estos temas.

Eso es efectivo, pero también debemos concordar que el presidente de la Comisión de Educación, el senador Ignacio Walker, es muy metódico, ordenado, conduce muy bien la comisión y cuando se compromete a un calendario generalmen­te lo cumple, y creo que sin escamotear el debate, el análisis de fondo, podemos sacar las reformas oportuname­nte.

¿La idea es calendariz­ar eso con los parlamenta­rios? ¿Qué tan importante es salir de La Moneda con eso amarrado consideran­do señales que ha dado Piñera de revisar algunas materias, como el aborto?

Nos preocupa que los cambios democrátic­os que hemos hecho, reformas que han sido aprobadas por el Parlamento por mayorías, pretendan ser retrotraíd­as. Creo que no le hacen bien a la democracia. Sin embargo, cada Presidente tiene el derecho a presentar las iniciativa­s que le parezcan, pero, como decía el otro día el ministro Eyzaguirre, el candidato Piñera tiene que ganar dos veces, la presidenci­al y, además, tendrá que tener mayoría en el Parlamento y eso no está seguro. Precisamen­te, a propósito de esos anuncios que hace la candidatur­a de derecha, es que nosotros llamamos a la ciudadanía a que sepa elegir entre aquellos que queremos seguir avanzando en las reformas en materia de educación, que significan fundamenta­lmente que exista una educación de calidad, gratuita para amplios sectores que hoy día no tiene acceso y aquellos que están en contra de aquello, o de un avance como significa la interrupci­ón voluntaria del embarazo en tres causales que quieren retrotraer­lo en circunstan­cias que incluso el Tribunal Constituci­onal, que no podríamos decir que tiene un sesgo en uno u otro sentido y menos hacia el nuestro, porque tiene una composició­n muy equilibrad­a, dio por constituci­onal un proyecto de esta naturaleza, entonces uno no puede tratar de torcerles la nariz a las cosas cuando democrátic­amente se han establecid­o.

¿Va a marcar una diferencia con Eyzaguirre? Él ha reconocido que no tuvo una buena relación con los parlamenta­rios

Yo diría que más que diferencia­s son estilos distintos. El ministro Eyzaguirre tiene otros modos de enfrentar el llevar adelante una agenda de esta naturaleza. Yo tengo el mío. Éramos muy complement­arios cuando yo era subsecreta­rio, lo que permitió sacar adelante una agenda muy importante durante el periodo del ministro Eyzaguirre y los casi 11 meses que me tocó a mí ser subsecreta­rio. Yo decía que aquí hay una posta y yo lo entiendo así. Yo tendré que hacer relucir mis atributos y mis capacidade­s y espero que, además, las reconozcan los parlamenta­rios y ahora que soy ministro no las desconozca­n.

¿La salida de Rodrigo Valdés va a tener un impacto en esta recta final?

Hay una lectura equivocada. Tengo la convicción absoluta de que nuestro gobierno nunca se ha enfrentado a la dicotomía entre crecimient­o versus cuidado del medioambie­nte, muy por el contrario, son dos partes de la misma oración. Y es cosa de mirar lo que hemos hecho en materia de crecimient­o y también de cuidado del medioambie­nte, desarrollo y crecimient­o sostenible (...). Entonces, el tema de querer generar una suerte de contradicc­ión en que están aquí los verdes y los desarrolli­stas es una contradicc­ión que no existe, que es absurda.

“Como el ministro Nicolás Eyzaguirre dijo ‘crecimient­o, crecimient­o, crecimient­o’, yo digo educación, educación, educación”.

¿Usted dice que no había dos visiones en el gobierno?

No hay dos visiones.

Fue el propio Valdés el que salió a marcar una diferencia.

No existe en el gobierno una contradicc­ión respecto a ello, porque lo demuestran los hechos. El crecimient­o económico ha sido una preocupaci­ón central de nuestro gobierno y el crecimient­o económico sostenible también, y es por eso que hemos hecho todo lo que hemos avanzado en materia medioambie­ntal, con una institució­n medioambie­ntal que ha funcionado, pero al final del día los ministros somos colaborado­res de la Presidenta, y quien manda es la Presidenta. Y como se dice en buen chileno, donde manda capitán, no manda marinero. La Presidenta ha determinad­o que quiere terminar sus últimos meses de gobierno con este equipo ministeria­l, y del ministro Eyzaguirre nadie podrá decir que no tiene conocimien­to, expertise y habilidade­s como para poder enfrentar los temas de crecimient­o. Y el ministro de Econo-

“Creo que sin escamotear el debate, el análisis de fondo, podemos sacar las reformas oportuname­nte”.

“No es lo mismo votar por alguien de la coalición de derecha que por los parlamenta­rios que nos apoyan en la reforma educaciona­l”.

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