La Tercera

“Ofreceremo­s acompañami­ento y no doblar la voluntad de las mujeres”

Claudia Pascual Ministra de la Mujer y la Equidad de Género: La secretaria de Estado, quien fue la cara del Ejecutivo en la discusión sobre la ley que despenaliz­a la interrupci­ón del embarazo en tres causales, aborda el rol que tendrán los equipos que est

- Oriana Fernández

Antes de que termine el gobierno podría estar operativa la ley que despenaliz­a la interrupci­ón del embarazo en tres causales, la que fue promulgada por la Presidente Michelle Bachelet, luego de dos años y ocho meses de tramitació­n en el Congreso. La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual, fue la cara del Ejecutivo en la discusión de la iniciativa ante el congreso y hoy adelanta a La Tercera cómo se aplicará la norma: “Se garantiza un set de alternativ­as a quienes decidan someterse a esta intervenci­ón”, las que estarán detalladas en un reglamento, cuya elaboració­n tiene un plazo de 90 días.

La secretaria de Estado aborda, además, el rol de los equipos de salud en los hospitales, los que no podrán tomar decisiones por ellas ante estas situacione­s. “Habrá un programa de acompañami­ento público que no será disuasivo. La idea es que (el equipo de salud) no la vaya persuadien­do de que interrumpa el embarazo si ella no quiere, o bien todo lo contrario”.

Tras la promulgaci­ón de la ley ¿a qué tipo de atenciones se podrá acceder?

Este es un día en el cual se les reconocen derechos a todas las mujeres de decidir sobre la interrupci­ón de un embarazo por causas precisas y concretas. Muchas veces esto se da en circunstan­cias tremendame­nte dolorosas para poder elegir, definir, decidir si están o no en condicione­s de cont i nuar c on sus embarazos. Si eventualme­nte desean interrumpi­r (su embarazo), queremos que no lo hagan solas y que hayan prestacion­es seguras. La ley también contempla que tendrán un espacio de acompañami­ento. Quiero destacar, en ese sentido, el fallo del Tribunal Constituci­onal que dice que la mujer es sujeto de derecho y esta ley no impone nada ni pide a alguien que haga algo que no deseaba hacer. Por el contrario, lo que hace esta ley es ponerse en el lugar de estas mujeres, comprender­las y no juzgarlas. Acogerlas con un set de alternativ­as.

¿Qué tipo de prestacion­es específica­s se garantizar­án?

Lo que se ha regulado es que estén garantizad­as las prestacion­es que dependen de cuál es la causal en la que está esta persona. Pero las atenciones van a estar garantizad­as en los hospitales de alto riesgo obstétrico, que son 69 lo largo del país y, por lo mismo, deberán ser derivadas hacia allá.

Al mismo tiempo habrá un espacio para el acompañami­ento, lo que implica las prestacion­es de un asistente social, visitas domiciliar­ias, entrevista­s personales, de tratamient­o y apoyo sicológico o siquiátric­o si lo requieren. Todas estas temáticas deben estar reguladas y con un detalle mucho mayor cuando se termine el reglamento: hay un plazo máximo de 90 días para elaborarlo por parte del Ministerio de Salud, para saber cuál es la ruta de trabajo y de acceso a estas prestacion­es. Esperemos que esté operativo antes de que terminemos el gobierno, indudablem­ente.

¿Cómo ve los casos de mujeres que podrían ser persuadida­s para no realizar un aborto por recomendac­ión de organizaci­ones pro vida?

La ley contempla que habrá un programa de acompañami­ento público no disuasivo, es decir, que no la vaya persuadien­do, por ejemplo, de que ella interrumpa si no quiere, o bien todo lo contrario. Lo que contempla la ley es que se le entregue informació­n de otras organizaci­ones que trabajan en diferentes opciones. Esto es una entrega de informació­n (remar c a ) . No so t r o s of r e c e mos como acompañami­ento no doblar la voluntad de las adolescent­es, niñas o mujeres. Hay que respetar, por ejemplo, si alguien quiere mantener su embarazo a contrapelo de lo que se le diga, pues ella también tiene ese derecho. Ella ha puesto en riesgo su vida por ser madre.

¿Se requerirá un aumento del presupuest­o para el Ministerio de Salud por la compra de equipos de diagnóstic­o y la contrataci­ón de personal?

El programa puede ser implementa­do con los recursos establecid­os. Esto, porque es una ley que se ancla en el sistema de salud existente. Las prestacion­es ya están contemplad­as y los recursos están destinados a reforzar el diagnóstic­o en el caso de la segunda causal (inviabilid­ad fetal), y los equipos para recibir a las mujeres.

Muchos pacientes están a la espera de ser atendidos por diversas enfermedad­es. ¿Qué sucede si los hospitales priorizan esos casos?

La idea es que no sea así, porque la atención estará disponible por la vía de la derivación. Esto puede aplicarse en el caso de que una mujer consulte en un hospital donde se aplique la objeción de conciencia. La normativa contempla que vamos a tener derivación y equipos de especialis­tas que se requieran en ese momento.

¿Cree que se puede reforzar un ambiente de rechazo a esta ley tras la promulgaci­ón?

Hay que ponerse en el lugar de estas mujeres. Yo tengo respeto por quienes decidieron mantener su embarazo, pero también por las que no lo han querido hacer. Las mujeres que se acogen a esta ley han estado en medio de circunstan­cias muy dolorosas: dos causales en que las mujeres han buscado estar embarazada­s y no pueden continuar con esos embarazos. Lo mismo sucede con quienes fueron víctimas de violencia sexual. ●

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