La Tercera

México finaliza su rescate más dramático

Rescatista­s terminaron la búsqueda de alumnos en el colegio que colapsó.

- Constanza Cruz D.

30-31

“Monchito” mantuvo a México en vilo hace 32 años. El 19 de septiembre de 1985 un terremoto de 8,1 grados -que dejó sectores de Ciudad de México en ruinas y un saldo de 10.000 muertos- sepultó a Luis Ramón Nafarrete Maldonado, un niño de 9 años, bajo los escombros de un edificio en el barrio La Merced, donde vivía su abuelo. “Monchito”, como se le llamaba, gritaba por ayuda desde las ruinas. Su caso conmovió al país y se convirtió en el símbolo de aquella tragedia.

En octubre de 1985, la prensa mexicana e internacio­nal publicó largas historias sobre la historia del niño. Cientos llamaron a rescatar a “Monchito”. Incluso el Presidente Miguel de la Madrid (1982-1988), dio órdenes para que la búsqueda no se detuviera e incluso el tenor Plácido Domingo llegó hasta la calle Capuchinas para intentar encontrar al niño. Pero a comienzos de octubre, ingenieros descartaro­n cualquier presencia de un menor con vida dentro del edificio. El pequeño se convirtió en una suerte de fantasma y de a poco ya no se habló más de él. Rondó entonces la versión de que un periodista había inventado todo (ver recuadro).

El caso de “Monchito” ha vuelto a surgir tras la historia de “Frida Sofía”, la niña que supuestame­nte se encontraba con vida en las ruinas del colegio Enrique Rébsamen, ubicado en Coapa, al sur de Ciudad de México. El establecim­iento de tres pisos se convirtió en el foco de todas las miradas luego de su colapso tras el terremoto de magnitud 7,1 que sacudió al centro de México el martes y que hasta anoche dejaba 273 muertos. La búsqueda de sobrevivie­ntes no cesaba.

Justo en momentos en que sus alumnos estaban en clases, el fuerte sismo comenzó y se derrumbó con los niños en su interior. De acuerdo al diario mexicano El Universal, 326 alumnos de preescolar, primaria y secundaria asistían regularmen­te a la escuela. Hasta anoche, la cifra de fallecidos en el lugar no había variado desde el miércoles: 25 muertos, entre ellos, 21 niños. Los equipos de emergencia habían logrado rescatar a 11 personas.

Desde el inicio hubo confusión sobre la historia de “Frida Sofía”. Las primeras versiones decían que llevaba ese nombre y que tenía entre seis y ocho años. Luego se dijo que tenía unos 12 años. Su historia, que no se tiene claridad de cómo se originó, apareció en todos los titulares y portadas de los medios mexicanos. Los diarios decían que era la “esperanza” de la tragedia.

Un “milagro” frustrado

La noche del miércoles, los alrededore­s del centro educaciona­l parecían un reality show: decenas de cámaras, drones, rescatista­s y algunos familiares esperaban el rescate de la menor para observar el “milagro” esperado. Incluso la cadena Televisa transmitió en vivo durante nueve horas para poder estar en el momento exacto del desenlace de Frida. Todos estaban expectante­s para ver quién era la pequeña que supuestame­nte se encontraba con vida.

Pero además de las confusione­s con el nombre, otro elemento descolocó la historia. Según Televisa, a las 23:30 del miércoles nadie se había identifica­do como familiar de Frida Sofía. El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dijo a esa cadena que no se había podido contactar los familiares y que “quizás haya confusión en el nombre” de la menor.

Pero la historia nunca estuvo en duda. “Con apenas 12 años de edad, Frida Sofía ha mostrado una entereza que da esperanza y fuerza a los rescatista­s, militares y voluntario­s que han trabajado más de 32 horas en el colegio Enrique Rébsamen, no ha llorado, no ha gritado, ni se ha desesperad­o”, señalaba ayer el diario mexicano El Universal. “Está debajo de una mesa de mármol en el salón de inglés del primer grado de secundaria”, decía la nota titulada como “La esperanza de Rébsamen se llama Frida”.

Según el artículo, la niña habría dado señales de vida el miércoles poco después de las 09:00, luego de que un sensor térmico la detectara. Un perro entrenado habría sido la clave para determinar que estaba con vida. Se encontraba cobijada debajo de una mesa de granito y sólo habría podido mover la mano. Y además habría golpeado el concreto para comunicars­e, hasta que pudo entablar una conversaci­ón.

“Mija, ya vamos por ti, tranquila, no te desesperes. Estás bien, ¿hay alguien más contigo”, le habrían gritado según El Universal. “Tengo sed, estoy bien. No se tarde”, habría respondido. Según la prensa mexicana, Frida habría revelado que estaba con otros cuatro niños, los que se encontraba­n supuestame­nte con vida.

Sin embargo, en un sorprenden­te giro, la Marina mexicana desmintió la exis-

tencia de la menor entre los escombros del colegio, aunque señaló que había “indicios” de que pudiese haber un adulto atrapado con vida.

En un breve mensaje a decenas de periodista­s reunidos en el colegio en el sur de Ciudad de México, el subsecreta­rio de la Marina, Ángel Enrique Sarmiento, dijo que las institucio­nes que trabajan en el lugar están “seguros de que no fue realidad” la existencia de la menor.

“Hemos hecho un conteo con la dirección de la escuela y tenemos la seguridad de que todos los niños o falleciero­n, están en los hospitales o a salvo en sus casas”, tras lo cual se dio por concluida la búsqueda de menores.

Apuntó que sólo tienen dudas respecto a una persona de intendenci­a y que posiblemen­te sea la que se encuentra entre los escombros.

La idea de que ningún niño sea encontrado podría transforma­rse en una vergüenza para el gobierno mexicano debido a “Frida Sofía” se había convertido en una sensación mediática y que las labores de rescate se habían concentrad­o en el colegio Enrique Rébsamen.

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 ??  ?? ► Miembros de equipo de rescate sostienen a un topo por sus piernas durante la búsqueda de estudiante­s del colegio Enrique Rébsamen, ayer.
► Miembros de equipo de rescate sostienen a un topo por sus piernas durante la búsqueda de estudiante­s del colegio Enrique Rébsamen, ayer.

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