La Clínica Las Lilas se queda sin liquidez
Establecimiento requiere $ 700 millones para seguir operando.
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Al borde del cierre se encuentra la Clínica Las Lilas, una de las siete que conforman la red de prestadores de Empresas Masvida (EMV), y que constituye hoy el principal activo del holding que controlaba a la ex isapre del mismo nombre.
La firma necesita un flujo de al menos $ 700 millones para seguir funcionando. De lo contrario, deberá cerrar sus operaciones a fines de septiembre por falta de capital de trabajo para pagar sueldos a más de 630 trabajadores y 200 médicos, según detalla el presidente de Empresas Masvida, David Medina.
El cierre podría a afectar las prestaciones del promedio de 7 mil afiliados al mes de la ex Masvida, que son usuarios hospitalarios y ambulatorios de la clínica y de unos 30 mil pacientes con planes preferentes de esa cartera, que fue traspasada en abril de este año a Nexus, a través de Óptima, la que hoy opera como Nueva Masvida.
“Hemos hecho todos los esfuerzos por mantener la clínica funcionando, pero si no recibe flujo este mes, tendrá que cerrar”, dice Medina.
Falta de flujo
Los $ 700 millones que necesita la clínica, forman parte de los ingresos que generó por las prestaciones a Nueva Masvida el último mes, pero cuyas facturas han sido retenidas por su controlador, el fondo estadounidense Nexus, a cuenta del pago de los US$ 1.800 millones que aportó a Las Lilas en julio pasado.
Ello en virtud del acuerdo firmado con EMV en abril de este año, en el marco del traspaso de cartera de los afiliados de la ex Masvida, en que Nexus acordó realizar aportes a través de la figura de prepagos a la red de clínicas del holding, para asegurar el mantenimiento de las prestaciones a los afiliados a la fallida Masvida. Hasta ahora ha aportado $ 3.900 millones.
Las Lilas fue una de las principales beneficiadas y pagaría su deuda en hasta 10 cuotas. Sin embargo, cuando en julio la clínica decidió iniciar un proceso de reorganización judicial, debido a los problemas financieros que enfrenta, Nexus comenzó a cobrar el total de la deuda con cargo a las facturas por las prestaciones dadas a sus afiliados, dejando a la clínica sin capital de trabajo.
Desde Nexus reconocen los cobros y explican que su decisión se apega al acuerdo marco firmado en abril. Según éste, explican, en caso de que cualquiera de las filiales de EMV sea objeto de una solicitud de Acuerdo de Reorganización Judicial u otro mecanismo parecido, “el presente convenio marco se resolverá de pleno derecho y/o se tendrá por no escrito salvo que la solicitud hubiere sido presentada por una sociedad filial, contando con el apoyo escrito y expreso de Nexus”.
Sin embargo, Mario Rojas, abogado de EMV, afirma que Nexus está cobrando “dos veces”, ya que cuando se solicitó la reorganización judicial, presentaron un escrito para ser reconocidos como acreedores, en virtud de la deuda que tiene la clínica con ellos, “lo que no procede”, dice.
Según Rojas, “el problema de fondo tiene que ver con la pretensión de los controladores de Nueva Masvida de quedarse con las clínicas y el directorio no lo aceptará”.
Ello, en referencia a las acusaciones de presiones que motivaron la presentación de una querella de EMV contra Nexus, por eventuales presiones indebidas para quedarse con el control de las clínicas. “Esa es una discusión que debe verse en otro ámbito, sin entorpecer el funcionamiento de la clínica. Lo único que pedimos es el pago por las prestaciones que fueron dadas a los afiliados de Nueva Masvida. No estamos pidiendo nuevos aportes, ni más prepagos. Por eso esperamos que hagan una ponderación racional de este tema y podamos darle solución”, agregó.
Sin embargo, cercanos al proceso dicen que para el fondo estadounidense la situación actual no da suficiente certeza de la continuidad de la clínica, ya que dependerá de la decisión de la junta de acreedores, que está fijada para los últimos días de octubre.