CIENCIA Y POLÍTICA
SEÑOR DIRECTOR
¿Dónde están la opinión experta, la crítica aguda, los sueños de la comunidad investigadora y de todos los sectores que se verán influenciados por el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología? En época de debates y titulares inflamados por tradiciones retrógradas y supersticiones religiosas, conviene recordar el rol de intelectuales en otros tiempos y lugares. Por ejemplo, pienso en el “El manifiesto de las 343”, conocido como la “declaración de las 343 zorras”, documento publicado en 1971 en Francia y firmado por 343 mujeres que admitían haberse sometido a un aborto, arriesgando prisión. El manifiesto, incitado por Jean Moreau y firmado por Simone de Beauvoir y Marguerite Duras, entre otras, contribuyó a que en 1975 se despenalizara la interrupción voluntaria del embarazo en Francia.
Mucho se ha escrito sobre la fuga de cerebros, pues no hemos sido capaces de insertar en el país a cientos de jóvenes altamente calificados en investigación. Esto debe ser una prioridad para el próximo gobierno. Sin embargo, también debemos hacer nuestra la prioridad de evitar la fuga de cerebros desde la arena política, pues es responsabilidad de todas las ramas del conocimiento contribuir a comprender y transformar la organización de nuestra vida social.
Andrés Couve
Facultad de Medicina Universidad de Chile