El líder no se vio en Antofagasta
De la elogiada solidez defensiva de Unión Española hubo poco. Si el partido terminó sin goles, fue por el arquero Sánchez y los problemas de definición de los Pumas.
El duelo en Antofagasta se presentaba como clave, al igual que varios en esta fecha y las siguientes, por los cruces entre equipos con opciones de alcanzar el título. Para los pumas era la oportunidad de quedar a un punto de Unión Española, que a su vez, con un triunfo consolidaba su condición de lí- der, sin importarle lo que hiciera más tarde Everton ante Universidad de Chile. Pero ninguno alcanzó su meta y debieron conformarse con un 0-0. Y aunque no era lo que esperaban, los rojos regresan a Santiago agradeciendo el resultado, ya que lo lograron gracias a una combinación entre la notable actuación de su arquero Diego Sánchez y la mala definición de los locales. Porque por el juego, ni un punto merecían. Por el juego no se vio a un equipo que liderara el campeonato.
Fue un partido intenso desde el principio. Ambos equipos sabían la importancia de lo que estaba en juego y salieron en busca del objetivo. Además, se enfrentaban los arcos menos vencidos del Torneo de Transición, con sólo un gol en contra para l os pumas y ninguno para los rojos. Aunque por lo que se veía en la cancha, esa notable estadística no sólo se basaba en la solidez defensiva o las actuaciones de los arqueros. Las malas definiciones y hasta la suerte aparecieron en las áreas para evitar que se abriera el marcador.
Pero por juego, el primer tiempo fue para los locales, quienes elaboraban más sus ataques, pero con rapidez y verticalidad cuando cruzaban la mitad de la cancha. Quizás ese dominio, interrumpido sólo a ratos, puso nerviosos a los hispanos, que terminaron algo alterados y ganándose amarillas. Aunque en la suma de aproximaciones, la etapa terminó equilibrada.
En el primer minuto del segundo tiempo sí se vio una gran reacción de un portero. Estigarribia se metió entre los centrales hispanos, pero no pudo superar en el mano a mano a Diego Sánchez, quien fue abajo para detener el remate. Aunque cinco minutos después, fue el destino el que evitó el gol de Ciampichetti, con un remate que pasó pegado al palo.
Dos señales del rumbo que tomaría el encuentro en el Calvo y Bascuñán.
Y así fue, porque elenco nortino siguió. Como a los 59’ cuando los jugadores de Antofagasta llegaron con paredes al corazón del área, pero Brayan Carvallo, que había iniciado la jugada, definió mal.
A esa altura, el arco invic- to de Unión Española ya parecía un milagro, porque el equipo del técnico Nicolás Larcamón seguía entrando por todos lados.
Unión intentaba reaccionar, bajo los gritos de Martín Palermo, quien no veía en la cancha, nadie podía, al puntero del fútbol chileno. Sánchez también le gritaba a sus compañeros, pidiendo más ayuda. La que no tuvo a los 89’ y lo obligó a otra notable intervención para evitar el gol.
Con pelotas detenidas algo trató de hacer el cuadro his- pano. Pero el peligro estaba en el otro lado, donde en el segundo minuto de descuento otra vez Sánchez salvó a su equipo, cerrando así el duelo con un 0-0, injusto para el local. Un milagro para la visita.
Esta vez la fórmula hispana no funcionó. Esa de anotar y defener. En ofensiva, porque no crearon riesgo, y en defensa, no por solidez propia, sino que por un arquero inspirado y un rival errado para definir. Lo único rescatable, a la postre, fue salir con un empate. ●