DERECHAS MODERNAS
SEÑOR DIRECTOR
Julio Dittborn dice haber releído mi entrevista, pero parece haberse saltado la parte en la que planteo que la marcada diferencia de opiniones entre los votantes de Chile Vamos y sus representantes en materia valórica es un asunto de mediano y largo plazo. Nunca he sostenido que en esta elección juegue un papel definitivo. Al mismo tiempo he argumentado las razones que me llevan a pensar que la mal llamada agenda valórica va a cobrar importancia en las decisiones de los electores, incluidos los de Chile Vamos. No quiero repetir los argumentos en toda su extensión, pero muy resumidamente dicen relación con la creciente valorización de la autonomía individual que trae consigo la modernización capitalista y que indudablemente tiene su origen en los cambios culturales que ésta produce.
Aquí está la principal discrepancia con Dittborn que cree que hacerse cargo de esta realidad es “correrse a la izquierda”. Yo, en cambio, postulo que es razonable que Chile Vamos se pregunte si puede proyectarse al futuro sin recoger los matices que sus votantes ya están expresando con mucha claridad. Me parece que los líderes políticos que aspiran a representar a los votantes, particularmente a los suyos, de la mejor forma posible, deben hacerse cargo de esta reflexión y en ese proceso no sentirse rehenes de ningún grupo en particular.