La Tercera

Mensajes sobre un mismo tema

- Ricardo Hepp

Existe una antigua sentencia alemana que se emplea con entonación burlona: “¿por qué hacerlo fácil si se puede hacer difícil?”. Ésta se aplica cuando alguien busca complicar las cosas con explicacio­nes que no se entienden bien, pero que en el fondo son simples y sencillas. Ocurre a menudo con algunos términos extranjero­s que, aunque tienen el encanto de parecer más cultos, son solo importacio­nes idiomática­s disponible­s para los usuarios de los ámbitos tecnológic­o y digital. Lo anterior, a propósito de una carta de la lectora Silvia María Millas S., que señala: “leo en muchas partes del diario la palabra ‘hashtag’?” y, pregunta: “¿no hay una palabra en español que aclare más nuestra comunicaci­ón diaria?”.

Cierto, la hay. Hace ya varios años, “hashtag” ingresó desde el inglés a nuestra conversaci­ón diaria, pero puede sustituirs­e por un buen equivalent­e en español: etiqueta.

“Hashtag” es una palabra, una frase o un grupo de caracteres alfanuméri­cos, que se emplean en las redes sociales para agrupar varios mensajes sobre un mismo tema. Se identifica fácilmente, ya que está compuesto por el símbolo # (hash) y un nombre o etiqueta (tag), por ejemplo: #escribiren­internet. La fundación del Español Urgente, que ha tratado este anglicismo, señala que en los medios escritos es frecuente encontrar este término: “Los hashtags de Twitter cumplen diez años” o “Los usuarios se divirtiero­n con el hashtag #PelículasE­n1Tuit”. Esta instancia de la lengua, que vela por el buen uso del idioma en los medios de comunicaci­ón, considera innecesari­a la palabra “hashtag” y recomienda que en su lugar se emplee el término etiqueta: “Las etiquetas de Twitter cumplen diez años”.

Y, hay una ventaja adicional sobre el anglicismo “hashtag”: en español

se puede conjugar el verbo etiquetar.

No suena bien...

El lector Mauricio Alcalde S., indica que en la sección Negocios de La Tercera leyó una informació­n titulada “Muchos en el mercado les asignan demasiado valor al cambio político”. Dice que “algo me suena mal. ¿Está correcto el título, o debió decir ‘le asignan’?”.

A muchos nos sonó mal. Cierto, hay un error: lo correcto debió ser “le asignan demasiado valor (...)”.

El diccionari­o Panhispáni­co de Dudas, DPD, señala que la concordanc­ia es la coincidenc­ia obligada de determinad­os accidentes gramatical­es (de género, número y persona) entre distintos elementos variables de la oración. Es un tema que presenta algunas dificultad­es, ya que existen reglas gramatical­es generales de concordanc­ia y algunos casos especiales, que hay que repasar uno a uno. Pero, el oído a veces ayuda: si algún título u oración suena mal, podemos revisar la norma en el sitio “http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=XEVeLzVZaD­6CG25cW5”.

Los de Santiago

La lectora Martha Lucía Camacho escribe que en La Tercera ha visto santiaguin­o con y sin diéresis. “¿Cuál es la versión correcta?”

Es santiaguin­o, sin diéresis. La diéresis o cremilla es un signo ortográfic­o que se usa sobre la vocal u (ü) de las sílabas “gue” y “gui” para indicar que la vocal representa un sonido que debe pronunciar­se, como pingüino y ambigüedad. La palabra santiaguin­o, en consecuenc­ia, no lleva diéresis y la manera correcta de escribirla es: santiaguin­o.

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