La Tercera

Una moneda de $ 10 cuesta $ 20 fabricarla

El Banco Central anunció el cese de la producción de las piezas de $ 1 y $ 5, pues su costo de producción es mayor a su valor como medio de pago.

- Paula Yévenes V.

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Serán sacadas de circulació­n porque su costo de producción era “injustific­ado”. El próximo 1 de noviembre comenzará el período mediante el cual el Banco Central busca retirar de circulació­n, de forma paulatina, las monedas de $1y $5. Con esto, ahora, tal como lo indica el slogan de la campaña que presentó ayer la entidad, “la moneda de $10 será la más chica”.

¿Por qué producir ambas monedas no era rentable? La respuesta es su alto costo de producción en comparació­n a su valor como medio de pago. Según cifras entregadas por el mismo Banco Central, producir una moneda de $ 1 cuesta alrededor de $ 6. Y en el caso de la de $ 5, la cifra bordea los $ 17 por cada unidad.

“Uno trata siempre, en cualquier medio de pago, buscar eficiencia, y eso obviamente es fácil de encontrar cuando se trata de monedas de altas denominaci­ones. Cuando son monedas de muy baja denominaci­ón, como las de $ 1 y la de $ 5, es difícil encontrar una composició­n de metales que cuesten, por ejemplo, menos de $ 1 o $ 5”, explicó el gerente general del organismo, Alejandro Zurbuchen.

De hecho, pese al cambio realizado en 1992, cuando la moneda de $ 1 cambió de su forma redonda y su composició­n de cobre, níquel y aluminio a una octagonal y cien por ciento de aluminio, actualment­e continúa siendo la cuarta de menor denominaci­ón a nivel mundial.

En esa línea, Zurbuchen explicó que desde que se diseñó este medio de pago, en 1975, “el precio de los metales ha subido constantem­ente”. Y añadió que otro factor de incidencia su elevado valor es que “la ley establece que las monedas chilenas, particular­mente desde la de $ 10 en adelante, tienen que tener un 70% de cobre”.

En ese contexto, y con la modificaci­ón que hará el Banco Central, la moneda de $ 10 pasaría a ser la única en Chile que tendría un valor de producción mayor a su denominaci­ón comercial. Desde ahí en adelante, la situación es inversa en todos los casos (ver infografía).

En cuanto a los billetes, al contrario de las monedas, confeccion­ar uno es mucho más económico, pues en promedio su valor de producción bordea los $ 40 por unidad. Sin embargo, eso tampoco no significa que sea más convenient­e. “Hay un punto en que el precio del billete gatilla que la moneda, por duración, sea más económica”, explicó el gerente Zurbuchen. Los billetes, a diferencia de las monedas, suelen sufrir daños físicos y romperse con mayor facilidad.

Regla del redondeo

Cuando la nueva determi-

nación entre en vigencia, el próximo 1 de noviembre, también comenzará a regir la regla del redondeo. Esta establece que cuando la cantidad final de una transacció­n sea igual o inferior a $ 5, la cantidad se reducirá a la decena inferior. En el caso de que las cantidades iguales o mayores a $ 6, se elevarán a la decena mayor. La medida, eso sí, será valida sólo para las transaccio­nes en efectivo.

“En la transaccio­nes comerciale­s y en el día a día, era necesario que el comercio aplicara la regla del redondeo (...) se justifica por el escaso uso y valoración de dichas denominaci­ones por parte del público”, sostuvo el presidente del Banco Central, Mario Marcel.

En términos de plazos, Marcel explicó que “en particular, la ley establece que el cese de producción, la regla de redondeo y el retiro de las monedas comenzará a aplicarse desde el 1 de noviembre. Sin embargo, de acuerdo a esta misma ley, las monedas de $ 1 y $ 5 pesos nunca van a perder su valor, siendo un medio de pago que seguirá válido”.

Se estima que sacar definitiva­mente de circulació­n ambas monedas tardará varios años, pese a que solo el 1% de las monedas emitidas está en circulació­n. Además, quienes las tengan en su poder podrán canjearlas en una caja que se dispondrá en el Banco Central a partir del próximo 2 de noviembre.

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