Universidades estatales no tendrán límite de matrícula
La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó ayer la indicación presentada por los diputados Rodrigo González (PPD) y Cristina Girardi (PPD), al artículo 6 del proyecto de ley sobre universidades estales, que señala que éstas no estarán sujetas a limitación de matrícula.
“Se aprobó una norma que termina con la restricción que han tenido los planteles estatales para crecer. Aquello ha sido una condicionante que ha configurado el sistema universitario chileno, dejándolas con un 16% del universo total de matrícula, lo que desde luego no asegura que de verdad exista el sistema mixto que se plantea”, agrega González.
Según lo acordado en la instancia, este factor se medirá acorde a la situación que cada plantel de educación superior estatal.
“La eliminación de esta restricción va a permitir que, de acuerdo a las capacidades que tengan y los recursos que dispongan, las universidades puedan crecer de manera orgánica y empezar a configurar un universo de alumnado que corresponda al rol estratégico del nivel superior”, explica el diputado PPD.
Desde el gobierno, la jefa de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación (Divesup), Alejandra Contreras, señala que “no es posible establecer a priori un número mágico al cual llegar entorno al crecimiento de matrícula”. Aquel punto tendría que ver con la condición de cada plantel en relación a su contexto regional.
“No en todas las regiones se puede crecer de la misma forma, por tanto, no nos parece conveniente establecer un parámetro único”, agrega.
En este mismo aspecto, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, dice que “si bien se postergaron puntos importantes en torno a los principios y misión de los planteles, me parece un factor importante dentro de la política de educación superior el establecer que las universidades estatales se excluyan del límite que hoy se establece en los establecimientos para que puedan crecer en su matrícula”.
Otro elemento de discusión tuvo que ver con la calidad de la educación superior. Según Contreras “hay un interés de los rectores de que las universidades del Estado sean las que tienen mayor calidad y están comprometidos incluso a tener indicadores de acreditación más exigentes”.